La necesidad sigue siendo un motor de aguante, lo veo en mí y en mis compañeros, así como la mayoría de los colombianos, los trabajadores de Rappi han sido engañados, robados y después despedidos.
Génesis:
Encontrar un trabajo digno es muy difícil en Colombia buscando como pagar las cuentas termine llenando un formato para trabajar haciendo domicilios y mensajerías en bici, lo cual no me pareció mal teniendo en cuenta que a la universidad iba en bici, y me gusta mucho dar biela, era para mí un trabajo digno, sin jefes, sin lamboneria, sin traje.
Me llamaron y empecé a trabajar pensé que sería un bache de un par de meses, el tema tuvo inicio en enero y lo que empezó como un buen empleo termina muy mal.
Satisfacción:
Siempre me pregunte como era viable la operación de Rappi, un domiciliario de Rappi se ganaba en promedio $8.000, pesos por hora, los fines de semana $10.000, era genial, trabajar con personas de mi edad, desencantadas de la posibilidad de pasar la vida encerrados, en una oficina, chismeando sobre las borracheras colectivas del fin de semana, nos aterra. Juntábamos en promedio 72 mil pesos en un turno de 9 horas, dando biela, comiendo, riendo, sin subirse a transmi, créame la vida sin esa cosa es maravillosa. En agosto, me compre una nueva bici, muy linda ella.
A parir:
Pagaban mal en muchas ocasiones era necesario pelear por las horas trabajadas, se desentendían de las necesidades de los rt (rappitenderos), la pugna se hace más fuerte desde la llegada de inversión extranjera, nos aprietan la soga, después de haberlos ayudado a crecer, nos reducen los ingresos todo el tiempo, con nuevas estrategias de pago, entendemos y sabemos que Rappi gana dinero por los usuarios y los rts que descarguen la app, pero así no Rappi así no, yo soy soltero, no tengo hijos, mi única responsabilidad es terminar la tesis, pero conozco personas con 2 o 3 hijos que se endeudaron en una moto para trabajar más con ustedes, otros tantos, responden por un familiar, es necesario entender que crecer a paso de tortuga también es bueno, las liebres siempre pierden, están sacrificando un capital humano, muy bueno la mayoría de los rts, somos personas que nos gusta hacer las cosas bien. También ustedes se deben preocupar UBER esta ya reclutando mucha gente de Rappi y pagan a tiempo.
Así no:
Basta con tener Google para saber que Rappi gana, por pedido por cada descarga de la app, por los productos y restaurantes que aparecen en la app, pero también por cada rt que descarga la app, en este momento, la relación pedidos - rts es realmente desigual, las personas que antes hacían 15-20 pedidos en un día ahora escasamente llegan a los 8-12 y ustedes le ponen la carga al rt, no es justo, para nada.
A nosotros tampoco nos gustan los picaros:
Yo sé y soy consciente de las maneras en que algunos rts, estaban saqueando a Rappi, pero en lugar de ponernos a todos en el mismo costal, creo que necesitan hacer que los picaros se ahuyenten, rastrear, vigilar los pedidos, inventar maneras para que los identifiquemos y saquemos, es un buen camino me parece a mí. (con picaros me refiero a personas que han robado en Rappi, no haciendo nada, haciendo pedidos y cupones falsos, no he tenido noticias de robos a clientes o algo por el estilo.)
Al usuario:
Creo que el punto de inflexión, es el usuario, sin él todos morimos, pero los rts, le pedimos que por favor no ponga la propina en la app, nos la cuentan como pago, si paga con tarjeta no la ponga y si paga en efectivo no la ponga en la app de verdad sería una gran ayuda.
Canales de diálogo:
Es necesario no sacar a los que levantan la voz, eso genera desconfianza entre las partes, creo que ustedes tienen un potencial creativo muy fuerte, denle la mano a estas personas que dicen, NO TENGO PARA DARLE DE COMER A MIS HIJOS HOY.
A mis socios:
El cierre de los chats colectivos, no debe cesar nuestro esfuerzo por articularnos y buscar objetivos comunes entre nosotros y con la empresa. Son días duros, pero somos el motor de esta empresa. Nadie de la oficina ha entregado pedidos ni lo hará, sin nosotros no tiene nada, o bueno, sí tienen, otros más necesitados que se le medirían.
El consejo:
No te metas a Rappi, son promesas en el aire.