Las audiencias públicas de juicio ya terminaron. Las dos partes, Fiscalía y defensa, expusieron ante la Juez 11 Penal del Circuito de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, sus argumentos, testigos y elementos de prueba durante dos años y medio, entre el 1 abril de 2014, cuando se hizo la instalación del juicio oral, y el 13 de octubre de 2016.
Ahora solo restan dos audiencias: a finales de noviembre cuando las partes presentarán sus alegatos finales, y luego en la que se conocerá el fallo de la Jueza Jiménez.
El Caso Colmenares tuvo otro elemento extraño judicialmente: a pesar de que se trataba de investigar la muerte de una sola persona, hubo dos procesos: uno, que ya terminó y quedó en firme en octubre de 2014 declarando la inocencia de Carlos Andrés Cárdenas. Cárdenas era acusado como coautor de homicidio agravado; tanto el Juzgado de primera instancia como el Tribunal Superior de Bogotá fallaron a su favor al no encontrar ninguna prueba que lo incriminara. Igualmente quedó en evidencia la utilización por parte de la Fiscalía de tres testigos falsos contra Cárdenas, quienes luego fueron condenados pero no se ha esclarecido quién o quiénes fueron los responsables de que aparecieran declarando hechos que nunca ocurrieron.
José Wilmer Ayola, condenado a ocho años de cárcel; Jesús Albeiro Martínez, a 7 años y Jonathan Martínez, a seis años y medio de prisión, aparecieron de la nada en el proceso y alcanzaron a sostener sus versiones ante un Juez, hasta que los defensores de Laura, Jessy y Carlos descubrieron sus mentiras y engaños. Los tres hombres fueron llevados al Caso Colmenares por el entonces Fiscal Antonio Luis González; la Fiscalía abrió investigación en contra de González, entre otras por declaraciones de uno de ellos, Wilmer Ayola, quien aseguró ante las cámaras que el mismo González y la familia Colmenares le habían pagado y hecho varias promesas a cambio de su testimonio. Hasta ahora no ha habido resultados de esas investigaciones.
Para acusar, la Fiscalía se apoyó fundamentalmente en el peritaje hecho por el médico forense Máximo Alberto Duque, exdirector de Medicina Legal, quien fue contratado por la familia Colmenares para exhumar el cadáver de Luis Andrés, a mediados del año 2012, en el cementerio de Villanueva, Guajira, donde fue sepultado en noviembre del año 2010. Máximo Duque afirmó que se había tratado de un homicidio. Pero Duque había dicho antes, en el Juzgado 27 Penal que resolvió el proceso contra Cárdenas, que “no puedo afirmar con grado de certeza que la manera de muerte fue un homicidio desde el punto de vista forense, ello solo es una posibilidad”.
A su vez, la defensa apoya su tesis de que se trató de un accidente en el caño del Virrey, con los dictámenes y testimonios de seis científicos: una patóloga forense puertorriqueña, un doctor en ingeniería mecánica, un ingeniero topógrafo, un radiólogo oral y maxilo facial, un antropólogo forense español y un especialista en informática forense.
Igualmente en la única reconstrucción en el sitio de los hechos, la defensa demostró que algunos de los bomberos que hicieron la búsqueda del cuerpo, mintieron al afirmar que sí habían buscado en la totalidad del túnel del caño del Virrey sin encontrar el cadáver. Esa mentira fue la que dio lugar a que durante dos años se dijera que Luis Andrés había sido asesinado en otro lugar de la ciudad y luego llevado su cuerpo, a plena luz del día, a ese túnel. Esa tesis, que fue defendida por la Fiscalía inicialmente, después ya no fue presentada en el juicio.
PERITOS CIENTÍFICOS
Yocasta Brugal Mena. Médica patóloga forense.
“La manera de muerte fue accidental, no homicidio”
Con 40 años de experiencia
Ha sido condecorada por el FBI por colaborar en numerosas investigaciones forenses en el sistema judicial de Estados Unidos
Ha hecho más de 15 mil necropsias y participado en más de 1.200 juicios como perito forense en varios países.
“Luis Andrés Colmenares falleció como consecuencia de una asfixia por sumersión incompleta (es decir, cayó al caño y absorbió líquido del caño - estando inconsciente – pero su cuerpo no fue cubierto completamente por el agua)”
“El alto nivel de alcohol que tenía el occiso, grado 3, contribuyó a la asfixia pues esa ingesta de licor produce diversas alteraciones”
Miguel Cecilio Botella, antropólogo forense
La exhumación del cuerpo de Colmenares (hecho por Máximo Duque) es “el mejor ejemplo de todo lo que no se debe hacer”
Afirmó ante la Juez que sí hubo dos eventos en la muerte de Luis Andrés: un evento fue la fractura contra las paredes del caño El Virrey al caer, y el segundo – otra fractura – la ocasionó el mismo médico Duque al manipular incorrectamente el cuerpo en la exhumación de Villanueva.
Botella es el director del laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, España.
Tiene más de 40 años de experiencia forense y ha rendido dictámenes como perito científico en centenares de casos ante la Justicia española.
Es el científico que determinó la tumba real de Cristóbal Colón, excava continuamente en ruinas de altos dignatarios del antiguo Egipto, ha trabajado en fosas de Guerra Civil española, en desapariciones y asesinatos de Ciudad Juárez (México) y descuartizamientos en Medellín.
Botella se centró en controvertir el dictamen que rindió el médico Máximo Duque, tras exhumar el cuerpo de Luis Andrés Colmenares en 2011.
El procedimiento adelantado por el médico Máximo Duque al cadáver del universitario Luis Andrés Colmenares violó todos los protocolos internacionales en esta materia, afirmó el antropólogo forense español Miguel Botella al rendir su dictamen en audiencia pública.
Según el forense Botella, “se faltó al debido respeto por el cadáver de esa persona”.
Pero el punto central de su dictamen está en que, al preguntársele a Botella si él también consideraba que las lesiones registradas se habían producido en más de un evento, afirmó “sí, hay dos evento tras las lesiones, estoy absolutamente de acuerdo con eso. Pero lo que ocurre es que el segundo evento lo causó Máximo Duque con su deficiente procedimiento sobre el cadáver”. Es decir que un evento fue la fractura contra las paredes del caño El Virrey al caer, y el segundo – otra fractura – la ocasionó el propio médico Duque al manipular incorrectamente el cuerpo en la exhumación de Villanueva.
Respecto de la muerte de Colmenares, el experto Botella señaló: “La persona perdió inmediatamente la conciencia, y por ello se ahogó”.
Carlos Herrera, PhD., en Ingeniería Mecánica.
“Colmenares sí fue arrastrado por caudal del Canal El Virrey”
El doctor Carlos Alberto Herrera Cáceres es Ingeniero Mecánico de la Universidad del Valle, con Maestría en Ingeniería Mecánica - Termociencias de la Universidad Autónoma de México y PhD. Mechanical Engineering Lehigh University, Pennsylvania, USA. Ha sido profesor del Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) de México, de la Universidad Autónoma de México y titular en la Universidad del Valle. Tiene 34 años de experiencia.
Herrera dijo en el juicio que el caudal existente en ese momento era mayor que el caudal crítico, y por ello suficiente para arrastrar el cuerpo. Para su dictamen, Herrera tuvo en cuenta que octubre fue el mes más lluvioso de ese año, que ese fue el día más lluvioso del mes y que, según las estaciones vecinas de la zona y las imágenes satelitales, las lluvias más abundantes fueron en la madrugada del 31 octubre, concluyendo que en esos momentos el canal disponía de abundante agua como para mover un cuerpo de esas condiciones.
También se basó en cálculos hechos por la Empresa de Acueducto de Bogotá y de la misma Universidad del Valle. Para sustentar su dictamen ante la Juez, el doctor Herrera dijo que, según los cálculos teóricos, con la velocidad del agua en el canal un cuerpo humano con las características físicas de Colmenares sí es arrastrado por ese caudal.
Germán Aguilar Méndez, experto en radiología maxilofacial forense.
Dijo que la muerte del estudiante Luis Andrés Colmenares no se produjo por las lesiones en su rostro, que los traumas fueron producto de una caída accidental y que las fracturas en el cráneo se hubieran podido reducir y tratar por un cirujano maxilofacial sin riesgo mortal.
Aguilar tiene 30 años de experiencia en Chile y Colombia, y es profesor de odontología forense en la U de Antioquia.
Esas normas de procedimiento forense para exhumaciones, según dijo Aguilar Méndez están contenidas en varios Manuales Internacionales.
Willington González, experto en informática forense.
Dijo que el análisis de las llamadas de todos los protagonistas, demuestra concordancia y correspondencia total con las declaraciones y entrevistas de Laura Moreno y Jessy Quintero.
González Martínez es ingeniero de sistemas con especialización en sistemas de información; ha hecho estudios como diplomados y cursos, y conferencista, con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Embajada Británica, Naciones Unidas, Policía de España, Universidad Nacional, Javeriana, Interpol entre otras.
De acuerdo con su dictamen rendido bajo juramento en audiencia pública ante el Juzgado 11 Penal, los recorridos que ellas relataron concuerdan con la georeferenciación de la plataforma de telefonía celular que se usó en cada una de las llamadas, incluyendo la precisa ubicación geográfica. González presentó el denominado “Análisis Link de Comunicaciones”, una herramienta o software que conecta y convierte bases de datos a gráficos; se utiliza principalmente en inteligencia policial y judicial.
Igualmente señaló que entre la noche del 30 y madrugada del 31 de octubre de 2010, Luis Andrés Colmenares hizo o recibió llamadas en su celular con 14 personas, cuyos horarios y ubicación coinciden, según el experto, con las declaraciones dadas por las acusadas Laura y Jessy, y por los testigos y acompañantes entre la discoteca PentHouse y el Parque El Virrey.
LOS MITOS
El Caso Colmenares también se ha visto rodeado de un sinnúmero de versiones sobre hechos que el grueso del público todavía cree, pero que terminaron siendo falsos o nunca existieron. Las más repetidas:
Desaparición de cámaras de seguridad.
Uno de los más repetidos es que las cámaras de seguridad ubicadas en la zona del Parque El Virrey desaparecieron o que sus grabaciones fueron borradas. El propio vicefiscal general, Jorge Fernando Perdomo, aclaró ante la familia Colmenares que las cámaras solo fueron revisadas casi un año después de la muerte de Luis Andrés, es decir que antes de eso ninguna de las partes las pidió o intentó revisarlas; entre otras razones porque el proceso penal solo se abrió diez meses después.
Los expertos técnicos señalan que incluso hoy, es muy difícil que las grabaciones de una cámara de seguridad permanezcan disponibles más de una semana, debido a la cantidad de material que se debe guardar, y que hace seis años era aún más complejo encontrar una grabación de cinco días o menos. La Fiscalía indagó por las cámaras y sus grabaciones, en septiembre de 2011; la policía judicial solicitó a una docena de establecimientos públicos, entre restaurantes, hoteles y edificios aledaños al parque El Virrey. La conclusión fue que o no tenían sistema de grabación para esa época, o no guardaban videos por más de una semana.
Escoltas en el lugar de los hechos.
Ninguno de los declarantes en el proceso, ni los parientes ni los amigos de Luis Andrés, ni la Policía o los bomberos, ninguno declaró que hubiese escoltas u otras personas distintas a los universitarios que estaban en la rumba de disfraces con Luis Andrés. En los dos procesos no aparece la palabra escoltas o guardaespaldas.
Otros testigos. Los únicos supuestos testigos que declararon son los tres hombres que luego, al probarse que estaban mintiendo, fueron condenados a penas de entre 6 y 8 años de cárcel. Y aunque el entonces fiscal del caso, Antonio Luis González, afirmó que tenía seis testigos más, nunca fueron presentados o identificados. Y transcurridos seis años del caso, nadie más se ha presentado o ha declarado como testigo de lo que ocurrió esa madrugada.
Máximo Duque y su afirmación de que fue homicidio.
¿Máximo Duque afirmó, tajantemente, que fue homicidio?
Sí, lo dijo ante la Juez 11. Pero ante el Juez 27 – que llevó el caso de Carlos Cárdenas - había dicho que no lo podía afirmar con grado de certeza, que ello “solo es una posibilidad”.
Se llevaron a Luis Andrés en un carro, lo mataron en otro lugar de la ciudad y lo metieron al túnel.
Esa versión, sostenida por la Fiscalía y la familia Colmenares durante tres años, se cayó cuando quedó en evidencia la mentira de los bomberos que hicieron la búsqueda inicial, en la madrugada del 31 de octubre. Hoy, la Fiscalía sostiene que el asesinato ocurrió allí y que metieron el cadáver al túnel enseguida esa misma madrugada.
