Con una marcha de protesta el 27 de octubre, en Florencia contra la reforma tributaria y el ingreso de las petroleras y con una concentración campesina en veredas aledañas a La Unión Peneya, inspección de policía del municipio de La Montañita, El Caquetá despierta nuevamente y se pone a la vanguardia en la defensa de los intereses de los campesinos, del agua y del territorio.
Florencia. La Asociación de Institutores del Caquetá, por sus siglas AICA y La Mesa Departamental en defensa del Agua y El Territorio, que lideran la Asamblea del Caquetá y los ambientalistas de la Universidad de La Amazonía, convocaron para mañana, jueves 27 de octubre de 2016, a las 10 de la mañana, a una marcha en Florencia, para protestar contra La Reforma Tributaria y el ingreso de las petroleras al departamento.
Por otro lado, en la inspección de La Unión Peneya, del municipio de La Montañita, al norte del departamento, el campesino Uriel Bustos Anzola, Secretario de La Mesa de Concertación de cultivos ilícitos, dijo que alrededor de 300 campesinos se concentraron en la vereda Los Andes, para protestar contra la erradicación que en esa zona viene adelantando el ejército.
Bustos Anzola agregó que vienen más campesinos a unirse a la protesta porque no se les ha cumplido con las alternativas ofrecidas para dejar de cultivar coca y de ese cultivo dependen muchas familias que no tienen otra alternativa para subsistir.
Y el anuncio en el sentido que la empresa Emerald Energy va a instalar en los próximos días 10 plataformas en los municipios de Morelia, Valparaíso y Milán, para comenzar la explotación petrolera, prendió nuevamente las alarmas, especialmente en el sector campesino que ya lleva luchando alrededor de dos años en contra de esa explotación, por la defensa del agua y el territorio.
Vistas así las cosas, el panorama que se presenta en el Caquetá, a las puertas del pos conflicto, es complejo; las protestas campesinas que se habían adormilado por la salida de la empresa Petroseismic, encargada de la sísmica, se despertaron nuevamente con el anuncio de las nuevas plataformas petroleras, los campesinos en La Unión Peneya, quienes son los que han llevado gran parte del peso de la violencia en El Caquetá, también están en pie de lucha por la sustitución de los cultivos de coca y la gente del común, asustada por los anuncios sobre la Reforma Tributaria que se avecina, también está comenzando a despertar; en el departamento, las protestas comienzan y no se sabe cómo o hasta cuando continuarán y cuál será su incidencia en el cacareado pos conflicto, que aún no se sabe si comenzó o cuando va a terminar.