Con la instalación de 10 plataformas petroleras en los municipios de Morelia, Valparaíso y Milán, afectando 19 veredas, incluyendo el Circuito Turístico Morelia Florencia La Montañita, con lo cual quedan en peligro los tesoros ecológicos de esas localidades, entre estos el río Bodoquero y La Cascada La Diabla de Morelia, sitios turísticos por excelencia, comienza la verdadera guerra del petróleo en El Caquetá, porque las comunidades no están dispuestas a perder su tesoro más preciado, el agua, y a ver esa tierra de verdura sin igual, convertida en un desierto, como ya pasó en otros departamentos del país.
Lo que habíamos vaticinado por este medio, desde comienzos del año anterior, cuando registramos los problemas de orden público que se presentaron, principalmente en Valparaíso, El Doncello, El Paujil y aún Morelia, con la presencia de la Petrosesimic, empresa que las comunidades rechazaron, ya comenzó: La verdadera guerra del petróleo en El Caquetá; las petroleras instalarán en los próximos días las primeras plataformas de explotación, los primeros pozos petroleros en Morelia, Valparaíso y Milán, con lo cual se pone en grave peligro todo el ecosistema caqueteño que es la puerta de entrada de la gran llanura amazónica.
Tal parece que al gobierno nacional le importa un pepino que La Corte Constitucional haya dictaminado que los entes territoriales, los alcaldes, se puedan oponer a la explotación del subsuelo, o que a municipios como El Doncello ya se les haya avalado la consulta popular para que los ciudadanos decidan si quieren o no las petroleras en su territorio; nada de eso, El ESMAD parece ser la única respuesta a las protestas ciudadanas, especialmente campesinas, que con justa razón se oponen a la explotación minero energética en su territorio.
Parece que la violencia vuelve a los campos del Caquetá; no bastaron las trifulcas que se presentaron en La Unión Peneya, en Montañita, en El Puente de La Resistencia en Valparaíso, en las veredas de El Doncello, de Morelia, de El Paujil, simplemente comienzan a funcionar los pozos petroleros, comienzan a peligrar las fuentes de agua, la fauna y la flora del Caquetá, comienza el peligro de accidentes de carro tanques con petróleo en las carreteras, principalmente en la cordillera, con el gravísimo peligro que eso implica para ese valioso ecosistema que tiene el bosque de niebla más bajo del mundo y que surte de agua a la capital del Caquetá, La Puerta de Oro de La Amazonía; la guerra del petróleo, la guerra por defender el agua y el territorio, ya comenzó…