En la ultima conferencia de las Farc en el Yarí, se vio algo impensable en la guerrilla: mujeres embarazadas, otras amamantando hijos y bebés recién nacidos. Desde la declaratoria del cese unilateral al fuego, en diciembre pasado, la cúpula de la guerrilla levantó la prohibición a las mujeres de quedar embarazadas, la cual estaba vigente desde 1992.
La inclusión del tema de género, es decir, de la temática de las mujeres en las filas guerrilleras es uno de los nuevos avances producto de la agenda que ha empujado las comandantes Victoria Sanguino y Sandra, la viuda de Manuel Marulanda.
El control de natalidad se aplicaba con férrea disciplina en las Farc y empezó cuando las mujeres eran solo el 15% de la guerrilla, hoy alcanzan a un 40% y su voz ha empezado a pesar, al punto de que entrarán a formar parte del Secretariado y la dirección del nuevo partido político en proceso de constitución. Por esa época cuando un 15 por ciento de los integrantes de esa guerrilla eran mujeres, se las forzaba a abortar y en los campamentos existían todos los aditamen tos quirúrgicos para proceder. Fueron muchos las interrupciones de embarazo que se dieron en el monte donde quedó enterrada la tristeza de muchas mujeres que recuperan hoy la libertad de poder ser mamás.
Cuando lograban esconder el embarazo más de seis meses no solo eran sometidas a un castigo drástico sino que terminaban forzadas a entregar los niños para ser criados por una familia sustituta. Son cientos las mujeres que dejaron a sus bebés y que solo pudieron tener encuentros esporádicos a lo largo de los años de guerra.
La vida de las mujeres no fue fácil y de allí el significado de haber logrado respeto por la maternidad. Al Yari llegaron los mellizos recién nacidos Valentín y Tatiana, hijos de una pareja guerrillera. No fueron la excepción y llegaron al menos cinco mujeres más en embarazo. En los campamentos y en las zonas de concentración transitoria empezara a vivirse una nueva realidad que advierte con señales claras que el nuevo escenario de la guerrilla está más cerca de la vida que de la muerte