Es bien sabido, y no es un secreto, que el expresidente Uribe no confía en el proceso de paz. No quiere la paz por medio del diálogo, sino por medio del combate. De igual manera, los Uribistas (políticos y seguidores que comparten la ideología del Senador) prefieren las armas. ¿Es buena idea? Para poder responder esta pregunta hay que analizarlo desde diferentes ángulos: primero que todo, ser oposición ante las decisiones del oficialismo, y tener otra mirada ante cualquier situación o problema del país, enriquece, sin duda alguna, la democracia. El uribismo tiene derecho a alzar la voz, sobre todo porque no piensan igual que al resto, por eso, callarlos o “cerrarles la boca”, en pleno siglo XXI, sería una torpeza y estupidez. De esta manera, en el plano político, la función del Centro Democrático, en cabeza de su líder Álvaro Uribe Vélez, es la correcta. Se nota que no van al congreso a “calentar silla”.
Ahora, en el plano religioso, hay un grave problema: Se han olvidado de Jesucristo y de sus ideologías y enseñanzas. El hijo de Dios le enseñó, o más bien trató (porque al parecer no pudo), a la humanidad que, para poder vivir en armonía, en paz, y rodeado de amor, es necesario el perdón. De igual manera, existen unos mandamientos que se deben cumplir. Uno de ellos ordena: NO MATAR, y que dentro de esta, no hay un parágrafo, ni una anotación más, en la cual, concluya que solo se puede matar a asesinos, guerrilleros o paramilitares. Para Jesucristo una muerte es una muerte, sin importar quien sea la víctima. Por tal razón, un soldado que “dé de baja” (eufemismo, que no engaña al creador del Universo) a un guerrillero es un pecador (es un pecador también, aquél que mate a un paramilitar, a un político: Jesucristo no tiene preferencias). Es más, no cualquier pecador: le quitó la vida a un hombre. Un hombre de la imagen y semejanza de su creador que, aunque, sea un genocida, el ser humano no tiene derecho a juzgar por su propia cuenta, más bien, debe perdonar, porque para eso murió Jesucristo en la cruz.
Esto quiere decir, que las decisiones, pensamiento de Uribe y sus amigos, nada tiene que ver con las enseñanzas de Jesucristo. Entonces si nada tiene que ver ¿A quién prefieres, a Uribe o a Jesucristo? ¿A dónde irás el 2 de octubre: A votar por el No por la mañana y después ir a la iglesia?