Arturo*, lleva toda su vida viviendo en Planadas-Tolima. Es ebanista y en todos los años vividos en este municipio, ha evidenciado el abandono estatal, que, como dice, “sólo hace su pasada en época electoral”, y, la presencia constante de la guerrilla más antigua del continente americano. También ha visto cómo, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y la Seguridad Democrática, grupos paramilitares llegaron a imponer su "paz" arrinconando a las Farc y dejando en incertidumbre a todo el municipio. "La verdad es que el gobierno es el culpable de que grupos de resistencia se hubieran armado", asegura Arturo.
Luego del acuerdo final firmado en La Habana, y como promesa hecha por el presidente Juan Manuel Santos, los puntos acordados entre los equipos negociadores de Gobierno y Farc, serán sometidos a refrendación por parte de los ciudadanos el próximo 2 de octubre, quienes decidirán si están a favor o en contra de lo pactado. El mecanismo para aprobar o no los acuerdos de La Habana, es el plebiscito.
Plebiscito: participación ciudadana y contexto de región
El plebiscito, como lo menciona el abogado Diego Fernando Tarapués en una nota de agosto publicada en el portal Razón Pública "ha sido el mecanismo acordado entre los equipos negociadores para refrendar los acuerdos pactados en La Habana". Es decir, si bien se firmó el acuerdo final entre las dos partes, falta saber la postura de los ciudadanos entre el Si y el No. Este resultado se conocerá el 2 de octubre. Por ahora, desde Planadas una de las regiones más afectadas por el conflicto armado, existen diferentes posturas frente a lo que significa el mecanismo de participación ciudadana.
Planadas ha sido un municipio, donde las extorsiones han golpeado fuertemente a los negocios y comercio en general y delitos como el reclutamiento de menores ha dejado profundas cicatrices en muchas familias, Arturo afirma que "nosotros en este momento estamos viviendo una tranquilidad y si ellos –las Farc- se llegan a entregar pues mejor porque se viviría más tranquilidad".
Por otra parte, Jorge Alberto Trujillo, funcionario de la Alcaldía de Planadas Tolima, menciona que hubo un momento en el que el municipio vivió en paz y la delincuencia disminuyó y se vivieron los primeros síntomas de paz en esta región. "Uno no podía salir a una finca, o a trabajar en determinada finca sin antes tener el visto bueno de la guerrilla. Cuando llegó Uribe, puso Ejército en el pueblo y la gente se sintió más protegida", afirma y agrega que frente al plebiscito "Al llegar ese plebiscito para la paz, a la gente le va a dar igual. Aquí el gobierno hace lo que le da la gana [...] ese plebiscito es una inversión astronómica. Es un pañito de agua para que la gente diga que se tuvo en cuenta su opinión".
En este sentido, y referente a lo que menciona el funcionario de la Alcaldía sobre los "primeros síntomas de paz" vividos en Planadas y el mecanismo de refrendación, Patricia Vélez Romero, abogada, residente en Planadas, comenta que "nosotros tuvimos otra experiencia en la que al pueblo no se le comunicó nada y se desmovilizaron paramilitares. Ahora tenemos una oportunidad grande con este tema de los acuerdos de La Habana".
Vélez Romero plantea, frente al plebiscito, que el gobierno ha sido muy sabio en cuanto a la participación ciudadana en la mesa de conversaciones. “Nosotros sabemos que el gobierno nacional no tenía ninguna obligación en someter a consideración de la ciudadanía la aprobación o no de los acuerdos que hasta el momento se han hecho. El gobierno ha decidido que la ciudadanía participe directamente sobre todo lo que se ha hecho. Es una posición democrática". Sin embargo, la posición de Jorge Alberto Trujillo es más escéptica ya que dice que "Como acá se ha sufrido la guerra en todos los sentidos, pues a la gente cuando se le habla de paz se siente afectada".
Planadas y los campamentos de concentración
Marquetalia, es una vereda que pertenece al municipio de Planadas e históricamente ha sido considerada como la cuna de las Farc. Ese mismo sitio, que en 1962 fue considerado 'República Independiente', después de 54 años servirá como lugar y estadía para los guerrilleros que harán tránsito a la vida civil a través de los denominados campamentos o zonas de concentración.
Luego de la firma del acuerdo final entre las dos partes negociadoras, el equipo del gobierno dio a conocer las zonas donde estarán ubicados los campamentos. Éstos, según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, fueron diseñados "para el tránsito a la vida civil y la legalidad". Así mismo, en estas zonas, las Farc iniciarán el proceso de dejación de armas, que será verificado por comisiones de la ONU y los países garantes. Estas zonas, se dividirán en dos: Zonas veredales de normalización y puntos para la normalización, donde se adelantará el proceso de dejación de las armas, dentro de las cuales, estará el municipio de Planadas.
Arturo considera, frente al campamento de concentración para las Farc que se establecerá en Planadas, que "yo siempre he dicho que una persona que esté hablando de paz, no se le puede cobrar lo pasado, porque entonces seguiríamos en la guerra. Porque si vamos a ir a la cárcel, vamos a ir a pagar cosas que se sufrieron en la guerra pues el gobierno también tiene que pagarlo por haber dejado en abandono tanto tiempo las zonas en donde no hizo presencia". Por otra parte, contraria resulta ser la posición de Trujillo, funcionario de la Alcaldía, cuando menciona que "Va a ser muy difícil que la gente vea en la esquina a quien mató a su papá y tener que saludarlo como si no hubiera pasado nada. Hay que pensar en cómo va a ser la convivencia entre víctimas y victimarios".
Frente a las zonas de concentración Patricia Vélez opina que "el proceso de paz conlleva una serie de etapas que hay que irlas supliendo en su debido momento. Planadas ha sido muy golpeado por el conflicto armado. De hecho, acá, en parte, nacieron las Farc. No podemos ser ajenos a que la solución del conflicto también involucre la comunidad del municipio" Y agrega que existen garantías para creer en este proceso porque existe "el acompañamiento de la ONU y los demás organismos multilaterales, dan confianza para que la concentración de las guerrillas que se van a traer acá, pues van a cumplir con un estamento de derecho internacional humanitario y de derechos humanos". Similar es el concepto que tiene Arturo, quien afirma que "si estamos hablando de la paz eso (los campamentos de concentración) sería bueno, de igual manera no afectaría a nadie. Nosotros en este momento estamos viviendo una tranquilidad y si ellos (las Farc) se llegan a entregar pues mejor porque se viviría más tranquilidad". Además, menciona que "esos campamentos son buenos porque van a tener la veeduría de parte y parte".
Finalmente, y con respecto a las posturas que tienen los principales gobernantes del departamento, Óscar Barreto, gobernador del Tolima y Guillermo Alfonso Jaramillo, alcalde de Ibagué, frente al tema de los campamentos de concentración, Arturo considera que "si Jaramillo está de acuerdo no es que sea guerrillero o izquierdista, sino porque está de acuerdo en que la guerra se debe acabar". Por su parte, Jorge Alberto Trujillo, menciona que "en un tiempo, la guerrilla reclutó niños y se los llevó para la guerra. Yo como papá, verle la cara a un sujeto que se llevó a mi hijo para la guerra, debe ser duro. Yo tomo la posición de Oscar Barreto, porque es muy difícil que esa gente se concentre en una región apartada a que sea en un lugar poblado". Sin embargo, Patricia Vélez sostiene que le parece coherente la posición de Guillermo Alfonso Jaramillo y menciona que no sabe por qué la gente no acepta en lo urbano que la paz nos compete a todos.
Con este panorama, queda claro que en Planadas, Tolima, los factores sociales y políticos definirán el voto para estar a favor o en contra en el plebiscito por la paz. Sin embargo, prevalece la voluntad de participar como ciudadanos en temas coyunturales como la consecución del fin del conflicto en la zona, lo cual generaría progreso en este municipio, históricamente olvidado por el Estado, desde antes que se fundara el grupo guerrillero.
*Identificación protegida/cambiada a petición de la fuente.