A Óscar Iván Zuluaga las elecciones de 2014 le cambiaron la vida. Después de su triunfo en la primera vuelta presidencial se proyectó como un líder nacional. Sin embargo el trago amargo de terminar involucrado, igual que su hijo David y el asesor y amigo Luis Alfonso Hoyos, en una investigación judicial por cuenta del escándalo del hacker y la interceptación de las comunicaciones del proceso de paz, tesis que empieza a tener que revaluarse por cuenta de nuevos testimonios. Fue además diagnosticado de un cáncer de próstata, situación de salud ya superada, pero el costo emocional para la familia ha sido grande. Por esto su esposa y otros miembros de la familia le han pedido un alto en el camino para retomar la tranquilidad.
Pero Zuluaga dijo "no". Les respondió que él tiene una obligación con los 7 millones de personas que votaron por él en las pasadas elecciones, las que perdió por un estrecho margen contra Juan Manuel Santos. Aunque ya no es director del Centro Democrático, va a jugársela para ser nuevamente candidato presidencial de la colectividad y volver a jugar en el 2018, y va a provechar la campaña por el No al Plebiscito, para despegar motores.