El verdadero secreto de La W para tener pegados a los oyentes de la élite del país no es Julio Sánchez Cristo, ni Felix de Bedout, tampoco Alberto Casas: la estrella es la periodista María Isabel Rueda. Es mi opinión y lo que percibo cuando le pongo el termómetro a las reacciones a las noticias que se transmiten en la emisora; las de María Isabel son las que más trascienden, las que más generan opinión y, por supuesto, despiertan el entusiasmo de sus amigos y la rabia de sus enemigos.
Los oyentes prenden el radio esperando sus dos o tres intervenciones en su sección ‘que se está preguntando María Isabel’. Muchos, para ser honestos, lo hacen para criticarla. Es una de esas figuras, que aunque muy poca gente conoce e identifica más allá de su voz, genera pasiones.
María Isabel había dejado de salir en la emisora por más de dos meses y muchos especularon sobre su posible salida por aparentes diferencias editoriales con Julio Sánchez Cristo y Alberto Casas, específicamente frente al tema de la paz. Una coyuntura política en la que la emisora se ha jugado toda su línea editorial y la credibilidad frente a sus oyentes.
Su regreso fue notable: hoy reapareció en los micrófonos de La W para dar en el clavo como suele hacerlo. Fue uno de las primeras en cuestionar, de frente y sin tapujos, la pregunta que el gobierno del Presidente Santos va realizar en el Plebiscito: ‘¿Apoya usted el acuerdo para terminar el conflicto y una paz estable y duradera?’.
María Isabel es amiga personal del Presidente Juan Manuel Santos, de la Ministra Gina Parody y de buena parte de los ministros del gobierno. Nadie, medianamente informado, la puede tildar de uribista, mucho menos de cobarde. Su regreso al micrófono fue agudo.
Comenzó pidiéndole al gobierno a sumarse a una campaña por el respeto mutuo: "Pidámosle al gobierno que respete a los que quieren votar por el NO y que no los acuse de querer la guerra. Lo primero que hay que hacer es escuchar a los demás para que lo escuchen a uno y yo creo que eso es lo que hay que hacer" y siguió planteando interrogantes válidos ante la pregunta para el Plebisicto que el Presidente Santos envió al Congreso. A los amigos de paz a cualquier precio no les gustan las intervenciones de María Isabel Rueda. Respetable. A mí me gusta y estoy feliz de escucharla de regreso a la emisora que solo escucho gracias a ella; la alumna destacada de Juan Gossaín y de Álvaro Gómez Hurtado.
Se sabe, sin mayores detalles, que estuvo durante dos meses en un tratamiento de salud en Miami y que nunca se desconectó de Colombia a través de su página de opinión en El Tiempo, uno de los pocos espacios que quedan en ese periódico para periodistas que no estén uniformados a ciegas con el proceso de paz. María Isabel, bienvenida de regreso.