Personalmente considero que se ha venido exagerando la insistencia en que hay que leer todos los textos de los acuerdos con las Farc, al punto de que se está llevando a la población en general a creer que esa lectura de las casi trescientas páginas de su contenido, es absolutamente indispensable para tomar una decisión adecuada sobre si votar por el Sí o por el No. La posición tan extrema hace que quienes no tengan la capacidad (la inmensa mayoría de la población adulta del país) o la disponibilidad de tiempo, o la disposición a dedicarle horas y horas a su estudio, se vayan sintiendo excluidos de la votación en el plebiscito. Y las posiciones de algunos personajes de la vida nacional, haciendo públicas declaraciones en el sentido de no pronunciarse hasta no haber leído y estudiado hasta la última frase, están haciendo mucho daño al Sí, y hasta dándole mucho apoyo al No.
Al mismo tiempo soy un convencido de que tuvimos al frente de las negociaciones al grupo más granado, capaz, conocedor, responsable y dedicado de nuestra gente, respaldado y apoyado por un equipo inmejorable de abogados de ambas partes, por un cuerpo de duros y curtidos generales de nuestra república, y apoyado también por especiales refuerzos ocasionales, equipo todo en el que podemos tener la absoluta confianza de que no se iban a dejar “meter los dedos en la boca” ni “gatos por liebres” en la búsqueda y diseño de las soluciones más adecuadas para completar con detalle la agenda acordada para poner fin al conflicto. Pero además es de gran importancia el nivel de confiabilidad que frente al equipo del Gobierno lograron alcanzar los negociadores de la subversión, nivel que difícilmente pondrían en riesgo hacia el futuro.
Podemos tener la absoluta confianza de que el equipo
no se iban a dejar “meter los dedos en la boca”
ni “gatos por liebres” en el diseño de las soluciones más adecuadas
Y esa confianza eleva su nivel de seguridad cuando se mira el apoyo que los acuerdos han recibido de tantos gobiernos extranjeros muy rigurosos y exigentes, y la total aprobación de las grandes organizaciones multilaterales de justicia y derechos humanos, y de las ONG dedicadas también a esos objetivos. Es más, quienes hayan querido hacer algún seguimiento a tales acuerdos a través de foros, conferencias, análisis periodísticos detallados y escritos abundantes como los que han llenado páginas en las recientes semanas, pueden considerarse suficientemente ilustrados sobre lo fundamental para tener ya decidido y con confianza cómo ha de ser su voto. Y si lo ha hecho muy a conciencia, pensando en el bien y el futuro del país, seguro que su voto será por el Sí, por la aprobación de lo acordado en La Habana. A esa decisión invito.
En todo caso, para quienes no tengan tiempo o ganas de leer tantas páginas, hay unas buenas alternativas desarrolladas para dar una muy buena información y muy resumida y bien presentada, que circularán en 27 diarios del país y que quienes no tengan tiempo para leerlos puede escuchar la W hizo una versión audio.
También, en la siguiente página web encontrarán el ESPECIAL #AdiosaLaGuerra, realizado por la Presidencia, en donde encontrarán el acuerdo completo para descargarlo, las últimas noticias oficiales, una línea del tiempo, un carrusel de videos de interés, detalles de los puntos acordados, imágenes, entre otras cosas.