Con un desayuno que duró toda la mañana y con el senador del Centro Democrático, Honorio Henríquez, como anfitrión, el expresidente comenzó su trabajo pedagógico, que repetirá por todo el país, para invitar a votar por el No al plebiscito el próximo 2 de octubre de 2016.
Con los Acuerdos en la mano se remonta a otros intentos de paz y reafirma su distancia con el presidente Santos. Esta vez recordó el impacto que le produjo saber por boca del propio Santos que Hugo Chávez había sido invitado a su posesión, quien representaba para Uribe la máxima amenaza para la región. En ese momento, se creó la fisura que se transformó en un abismo que no ha dejado de profundizarse entre los dos gobernantes hasta colocarlos en orillas opuestas.