Nairo no es él, es lo que representa para su pueblo, es mucho más que ciclismo, es el acto de reivindicar la tierra, el esfuerzo, la disciplina, la malicia de nuestros ancestros que en ocasiones nos hace ganar, o perder también, Nairo es inescrutablemente Boyacense. Hoy en día lleva en su espalda el peso del mundo que lo quiere ver derrotar a una maquinaria científicamente planificada, milimétricamente dispuesta para sólo un objetivo durante cada año: ganar el Tour de France. El cóndor de Combita, él mismo Nairo que no se ha guardado y que ha honrado cada competencia de éste año en la que ha competido para ganar -a diferencia de su principal rival que va a pasearse- preparándose eso sí obsesivamente para la única medida que les interesa junto con su todo-poderosa escuadra (la misma que nos hace recordar la nave perversamente aceitada del US Postal, en donde grandes líderes de otros equipos terminaban de gregarios de Lance); ese, el mismo Nairo que hoy es insultado por la turbamulta de nuevos hinchas que le dicen cobarde y peor aún, conservador, ese muchacho… es a quien se debe hoy reivindicar.
De ese mismo personaje es que hablamos, él mismo que todos quisiéramos ver dando látigo a nuestros antiguos colonizadores a diestra y siniestra, el mismo que por su propia culpa nos ha mal-enseñado a esperar siempre lo mejor de él, el que no tendrá nunca el carisma de Rigo, ni la pinta del Santi Botero…quizás se acerque más a Cochise, de quien Gonzalo Arango dijo que albergaba en su aposento el corazón de Jesús más feo del mundo, pero como Cochise, tiene la gracia y quizás la desgracia de dejar de ser ellos mismos, para pertenecerle a la gente.
Algún periodista Europeo señalo que Nairo Quintana había reconciliado al ciclismo con la tierra, quien escribe así lo cree. Después de la era del dopaje es junto con Froome el ciclista con más seguidores en redes sociales en el mundo, pero a diferencia del británico (y así defienda la bandera de una corporación y no “la tricolor”), el aficionado del ciclismo le reconoce su origen, su entraña de tierra y por eso le exige, le exige quizás más de lo que se exige a sí mismo…porque no exorcizar nuestros demonios apedreando a quien puede fallar tratando de reivindicarnos.
Nairo es hoy el deportista Colombiano con mayor reconocimiento en el mundo, ha colocado un punto, quizás sólo un pequeño aporte para que nos reconozcan en el mundo por otra persona diferente a Pablo Escobar, algunos amigos residentes en Europa lo comentan con descanso, pero nuestra alma en guerra no lo puede dejar en paz.
Por mi parte sólo puedo decir que es el héroe que nunca vi ni en las caricaturas, las virtudes que veo en ti, Nairo, son las virtudes terrenales, de gente común y corriente que son los héroes de sus vidas, que la guerrean siempre, así ganen o pierdan, no eres un ídolo de barro, espero que este pueblo veleidoso al cual sólo le sirven las victorias siempre vea en ti esos valores.
CESAR GUAUQUE TORRES
BUENOS AIRES