Pocos días después de que desapareciera la palabra Catatumbo de los trending topic del país, algún tiempo posterior a la desatinada declaración presidencial en donde lo compara con el Bronx y habiendo sucedido la “liberación” de la insalubre periodista Hernández, sucede en el corazón de esta región una de las mayores crisis humanitarias a las que se haya enfrentado, situación tanto más grave aún por el momento histórico por el que atraviesa Colombia ad portas de la firma de un tratado y en donde la palabra favorita de la agenda pública es: Paz.
De la agenda publicitaria, no de la agenda del gobierno quien hace aproximadamente una semana – en plena campaña proPaz- militarizó el Municipio de San Calixto, ubicado en el Departamento de Norte de Santander en el centro de la región, históricamente abandonada por el estado y hasta por nosotros los ciudadanos que a duras penas sabremos ubicarla en el mapa.
Desde entonces se presentan constantes enfrentamientos durante el día y la noche, la población civil atemorizada y en zozobra permanente no se atreve a salir de sus casas. A muchos las balas los toman por sorpresa llevando a sus niños a las escuelas y recogiéndolos, saliendo a trabajar y hasta yendo a las tiendas a comprar los víveres necesarios para la vida cotidiana.
La policía, con miembros de los llamados “contraguerrilla” ha hecho pesquisas, requisas y allanamientos a diestra y siniestra, ha sacado las personas de las iglesias y de sus propias casas sin orden judicial obligándolos a firmar documentos en blanco y a poner sus huellas para legalizar sus abusos de poder.
La guerrilla, miembros del EPL y el ELN siendo también este último partícipe de una mesa de negociación de Paz en Ecuador, atacan constantemente, dejando en medio de los enfrentamientos a la población civil quien sufre las consecuencias del absurdo conflicto armado, culpa de las infinitas necesidades básicas insatisfechas en contraste con un estado ausente y sólo presente a través de la fuerza.
El día 11 de Julio los enfrentamientos y las explosiones llevaban algo más de 12 horas, la comunidad angustiada se hizo presente en la Alcaldía Municipal, denuncia la población civil que se siente desprotegida debido a que nunca encuentra en la oficina al Personero del Municipio, en ese momento se congregaron miembros de las Asociaciones Campesinas, la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja y la Asociación de Personeros del Catatumbo; no bastó esta reunión ante los mandos de la Fuerza Pública porque durante la misma, les tocó resguardarse contra el piso durante horas en medio de los fusiles que silenciaban la exposición de los concurrentes. El resultado fue un ataque en contra de un miembro de la fuerza pública y una integrante de la población Civil.
Esta situación la pongo de manifiesto, gracias a mi estadía en el Municipio a partir de un programa impulsado por las cruzadas gubernamentales en favor de la Paz, programas de intervención social y fortalecimiento institucional que lo que quieren es recuperar la presencia efectiva del estado en los territorios, campañas que poco o nada se compadecen con estas acciones de guerra.
¿Cuál es la agenda de Paz del gobierno nacional? ¿una agenda publicitaria y mediática o una en la que impulsa verdaderas acciones de paz?
Posdata: Acá están algunos link que reproducen los sonidos de la guerra.
