Con el matrimonio de su hija Mary Abello Vives, con Juan José García Zucardi, hermano del hoy senador Andrés García Zucardi –heredero la curul de su mamá Piedad Zuccardi- en la Catedral de Santa Marta, el Mono Abello, un símbolo de los narcos de cuello blanco en la década de los 80, consolidó su lugar ya no solo en la sociedad sino en la política caribe. Regresó a Colombia después de haber sido extraditado en 1989 y pagado 18 años de cárcel en Estados Unidos y desde el primer momento de su regreso a Colombia se propuso recuperar sus propiedades.
La esposa de Abello, Ana Elisa Vives, y sus hijas intentaron jugársela toda para recuperar siete valiosos predios que habían sido incautados por la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE). El nuevo enroque político podría abrirles puertas para emprender la pelea. Y en efecto los Abello ganaron una primera tutela que les abrió la posibilidad de volver a disfrutar de dos apartamentos en El Rodadero, un lote en las Bahamas y el teatro Tairona en Santa Marta, ente otras propiedades. Pero la alegría les duró poco porque el Tribunal Superior de Santa Marta revocó esta decisión con lo cual la familia se quedó sin sus propiedades.
Sin embargo, José Rafael Abello tenía un secreto bien guardado: una gigantesca propiedad en las playas de Pozos Colorados, el sector más valorizado de la costa samaria, que alberga decenas de desarrollos turísticos. El valioso predio conocido comercialmente como INCA INCA es vecino por la playa del complejo hotelero Sierra Laguna, el más lujoso del sector y cubre una extensión de tierra en una loma que debía pertenecer, como las playas, a la nación. Dos hombres armados en una portería donde se anuncian además perros bravos, impiden el paso de los turistas.
Abello ha logrado también conservar una finca de palma africana que está en cabeza de su esposa Ana Elisa Vives la cual obtuvo mediante una tutela contra la Sociedad de Activos Especiales, entidad que remplazó a la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes. Aunque la tutela fue revocada y la SAE ha solicitado la devolución del predio, los Abello se han negado a devolverla. La Fiscalía prepara acciones para recuperar esta finca así como el valioso lote en la Playa de Pozos Colorados que fue adquirido en los tiempos en que Abello era un reconocido narcotraficantes con poder en el negocio del transporte del 60% de la droga que salía de Colombia en los años 80 y por lo cual fue condenado a treinta años de cárcel en Estados Unidos. .