La burguesía en todo el globo terráqueo ha utilizado e instituido los medios de comunicación para sus objetivos. Así lo ha hecho con los periódicos, la radio y la televisión, que no han sido otra cosa que transmisores y legitimadores de las políticas de explotación del pueblo.
Las redes sociales son un medio de lucha al alcance de la mayoría de los ciudadanos y un instrumento en el que también se presenta un desequilibrio. Mientras la derecha mundial pone al servicio del capital este nuevo medio -- con personas especializadas, y grandes inversiones-- la izquierda trabaja en ello con instrumentos artesanales y muy poca inversión, buscando aportar en la construcción de una nueva sociedad, en una competencia bastante desigual con la gran industria de la comunicación del capital. Ejemplo de ello fue el referendo con el que se buscaba aprobar la reelección del presidente Morales en Bolivia. Las redes sociales, sirvieron para que la derecha implementara una guerra sucia contra las pretensiones de los partidarios de la reelección.
Este nuevo medio para la disputa de poder debe ser cada vez más analizado y contemplado en las apuestas por un nuevo gobierno; deben servir como medio de denuncia, de formación, de construcción de nuevos imaginarios colectivos que le aporten a un cambio de sociedad, más cuando en nuestro País se aproxima la firma de los acuerdos entre la insurgencia de las FARC-EP y el gobierno nacional.
Es de anotar que mientras en los instrumentos clásicos de comunicación la noticia dura un día, las redes sociales logran que la información dure por varios días, volviéndose virales en muchos casos.
Es necesario que los movimientos políticos y las organizaciones sociales que piensan una nueva Colombia al servicio de las mayorías, generen nuevas dinámicas de comunicación por medio de estos instrumentos, teniendo claro que los cambios no se logran en las redes sino con la lucha en la calle, pero que estas contribuyen indiscutiblemente para que la esperanza de la paz con justicia social sea una realidad.