Un bus Navette de la empresa Coomotor, que salió el sábado pasado a las 7 de la noche de Florencia con destino a Medellín, sufrió un terrible accidente en la vereda Alto Garzón, del municipio de Suaza en el departamento del Huila, a eso de las 8 y 30 de la noche en medio de un torrencial aguacero que bien pudo ser una de las causas del siniestro.
El bus rodó a un abismo de 120 metros de profundidad, dejando esparcidos por el camino 10 víctimas y 34 heridos que fueron inicialmente ayudados por vecinos del sector y posteriormente por los bomberos, la Defensa Civil, El Ejército, la Policía y la Cruz Roja del Huila y El Caquetá que hicieron presencia rápidamente en el sitio del accidente.
Una de las personas que iba en el bus, estaba grabando en esos momentos con su celular y, sin proponérselo, grabó los terribles instantes de angustia que se vivieron al interior del vehículo en el momento del accidente:
Veinte ambulancias de los dos departamentos transportaron los heridos a los hospitales de Suaza, Garzón, Pitalito y Florencia, donde fueron atendidos y de ellos la mayoría dados de alta, pero aún permanecen varios en cuidados intensivos en el Hospital María Inmaculada de la capital del Caquetá.
Este suceso no tuvo el protagonismo esperado en la prensa nacional. Solo dos pequeños informes --presentados por los corresponsales de Caracol y RCN en Florencia-- dieron información sobre la terrible noticia. Sin embargo, los grandes medios escritos como El Tiempo, Semana y El Espectador, brillaron por su ausencia. No eran noticias de guerrilla o narcotráfico, como dicen los caqueteños acostumbrados a la estigmatización por los grandes medios nacionales.