Muchos pensaron que a Independiente Santa Fe y a Atlético Nacional les tocó los rivales más ‘fáciles’ en los cuartos de final de la Liga Águila I. Y la verdad es que el sorteo sí los favoreció porque en las otras llaves quedaron rivales fuertes como Junior – Millonarios o Cali – Medellín. Sin embargo, los contrincantes de turno para rojos y verdes sorprendieron tras empatar y ganar sus juegos ante equipos coperos que están acostumbrados a ganar este tipo de partidos. Simplemente no hay que desmeritar el trabajo de estos dos humildes equipos que con buenos técnicos y mucha dedicación se ganaron un lugar en estos cuartos de final.
Rionegro Águilas comenzó arriba en el marcador y el que tuvo que ir por el empate fue Atlético Nacional. Fue a lo último que el local por poco le gana al verde paisa. El equipo de Néstor Otero dominó gran parte del campeonato, sino que en las últimas fechas se había venido abajo en su rendimiento y logró clasificar gracias a los ahorros que tenía. Obtuvo 34 puntos, terminó sexto en la fase regular con seis victorias en condición de local, tres empates y solo una derrota en 10 partidos jugados, para un rendimiento del 70%. Contra Nacional logró un empate más en casa, pero las cifras lo dicen todo: es un equipo que en su estadio nunca da ventajas y es fuerte. El miércoles lo demostró.
Ahora, de visitante ganó 4, empató 1 y perdió 5 en 10 juegos disputados para un rendimiento del 43%. Sin duda Reinaldo Rueda, al igual que ayer, no la tendrá fácil en el Atanasio Girardot. Un partido de Liga contra un equipo llamado ‘pequeño’, no es como lo pintan, porque también tienen jugadores experimentados como Felipe Chará, Luis Páez, Pablo Torresagasti, entre otros. Así, Rionegro demostró, el pasado miércoles, que puede pelear por clasificar a semifinales y hacerle juego al mejor equipo de Colombia en la actualidad.
Por otro lado, Cortuluá es también otro de los equipos revelación de esta edición de la Liga Águila. Más allá del arbitraje que favoreció a los tulueños, este equipo tiene jugadores jóvenes que han logrado mantener un nivel durante todo el campeonato. La cuota de experiencia es la del arquero Pablo Mina que es un líder en su equipo. Además, seguro bajo los tres palos.
Por eso, nadie le tiene que quitar el mérito a este otro llamado ´pequeño’. Sus 5 victorias, 4 empates y una sola derrota en condición de local lo demuestran. Además, tiene como técnico a Jaime De La Pava, que desde que llegó a la dirección técnica ha logrado mantener una base sólida y aunque el semestre pasado le desarmaron gran parte de la nómina, este 2016 logró consolidar un nuevo grupo de jugadores de gran nivel, uno de ellos el delantero Miguel Borja, jugador desechado por Independiente Santa Fe y que actualmente es el goleador de la Liga con Tuluá.
De visitante el equipo de Tuluá es bastante equilibrado, pues de la fase regular tuvo 3 empates, 3 victorias y 4 derrotas y un rendimiento del 40%. Nada mal para un equipo que no es el gran llamado a ganar o pelear un título. Además, hay que mencionar que ya le empató a Santa Fe y le ganó a Millonarios en el estadio El Campín a principios de este año. Entonces, tampoco es que el cuadro rojo la tenga fácil para asegurar un cupo a semifinales. Ayer, a pesar de las embarradas del árbitro, Cortuluá se lo merece. Justo ganador. En definitiva, los equipos ‘pequeños’ se crecieron y no hay que desmeritar su trabajo.
@andresrocha12
