Escribo esta columna en medio de la tristeza y el dolor de patria que me produce el secuestro de unos colegas que admiro y conozco. No hablo como alguien que ejerce el periodismo, hablo como colombiano, ciudadano que sueña con un país mejor; que sueña con una Colombia en paz para que mis hijos y los hijos de mis hijos no tengan que crecer en un país violento, como en el que a mí me toco crecer. Lastimosamente con actos como estos regresa la desesperanza y veo que estamos muy lejos de ese país que sueño.
Antes de cualquier cosa, debo decir que me uno, como los demás compatriotas, al pedido para que Salud Hernández, Diego D'Pablos y Carlos Melo regresen pronto, sanos y salvos al seno de sus hogares. También rechazo enérgicamente el ataque a la libertad de prensa, pues no pueden existir lugares vetados para ejercer la labor periodística en nuestra nación.
Frente a lo que está sucediendo me he planteado los siguientes argumentos y reflexiones:
- La reacción del gobierno y las fuerzas militares ha sido muy floja y tibia frente a lo sucedido en el Catatumbo. Tan floja que 24 horas después de que se perdiera el rastro de Salud Hernández desaparecen en el mismo sitio 5 periodistas más, cuando se supone que ya habían iniciado operaciones en la zona para dar con el paradero de la periodista española. ¿Será que alguien me puede explicar por qué nadie del gobierno ha salido a decir algo después de que el periodista Diego Velosa del Canal Caracol --que estuvo secuestrado por 3 horas y fue liberado-- aseguró que tanto a él como a sus colegas del Canal RCN los tenía la guerrilla del ELN?
- Por otra parte debo decir que me tiene desesperado la pasividad del Gobierno Santos frente a lo que está sucediendo con los periodistas secuestrados. Es más, en este momento el gobierno no se ha manifestado y aún no sabemos si en realidad están secuestrados. Entiendo que Juan Manuel Santos ha sido el Presidente del silencio y la prudencia, pero la gravedad de la situación merece una reacción enérgica. Hace mucho tiempo no teníamos secuestros como los sucedidos en los últimos días y esta es la hora en que el gobierno no ha aparecido. No pensé nunca en mi vida tener que decir esto, pero extraño la voz enérgica y lo contundente que tenía el gobierno anterior en situaciones como las que está atravesando el país en estos momentos.
- Aunque los seguidores del Senador Uribe dicen que es un silencio cómplice, yo no lo voy a repetir, pero la verdad es que sí me sorprende ver cómo desde la Unidad Nacional y desde la izquierda colombiana han sido muy pocas las voces que han salido a decir algo por lo que está sucediendo con el secuestro de estos periodistas. Así como todos salen con declaraciones muy contundes cuando se avanza en el Proceso de Paz, creo que la opinión pública espera que sean iguales cuando sucede algo de esta magnitud.
- "El Catatumbo se convirtió en un territorio en el que los periodistas no podemos entrar sin sufrir agresiones", dijo la directora de Noticias RCN, Claudia Gurisatti, mientras que el director de Noticias Caracol, Juan Roberto Vargas, aseguró que ha quedado "demostrado que esa zona es limitada para la prensa". Estamos frente a un claro ataque a la libertad de prensa en nuestro país que deja al descubierto cómo hay zonas en Colombia en las que el ejercicio periodístico no se puede cumplir, pues los grupos ilegales no lo permiten.
- Lo que sucedió en El Tarra, Norte de Santander, pone los ojos en una zona olvidada por el Estado como lo es el Catatumbo; una lugar en el que no hay ni ley ni orden desde hace mucho tiempo y donde los que mandan son los grupos ilegales. Los que tenemos la posibilidad de conocer esta región del país sabemos lo difícil que es poder llegar allí. El Catatumbo es la clara realidad de un departamento olvidado por el gobierno nacional como lo es Norte de Santander.
Esta es la radiografía que hice después de un día lleno de noticias en el cual no logro avanzar, pues lo único que sé es que hay tres periodistas desaparecidos en el Catatumbo y un gobierno que ofrece 100 millones de pesos por quien dé información de su paradero, para así poder explicar lo que ni ellos han entendido.
@Juanfesanin