Santos no tiene autoridad moral para hablar de corrupción

Santos no tiene autoridad moral para hablar de corrupción

"El Presidente debería estar más preocupado por gobernar y poner la casa en orden que ponerse en peleas mediáticas y verbales"

Por: Rolando Andrés López
mayo 17, 2016
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Santos no tiene autoridad moral para hablar de corrupción

El fin de semana pasado el presidente Juan Manuel Santos reaccionó violentamente en la cumbre mundial anticorrupción, ante la filtración  de un documento en el que se le acusaba de corrupción, por favorecer con pauta publicitaria a la revista SEMANA, publicación que dirige su sobrino, Alejandro Santos Rubino.

La reacción del mandatario es comprensible pero no aceptable. Comprensible porque, en el marco de la reunión de naciones más importante en el tema de la lucha contra la corrupción, le meten un golazo que lo hace quedar como un zapato. Inaceptable porque su reacción fue visceral, no pensada, pero sobre todo, inconsecuente.

Santos dijo a la opinión pública durante la celebración de la convención del Partido Liberal que en su gobierno él no mandó a ‘chuzar’ a la oposición. Falso. Se le olvidan al Presidente los seguimientos e interceptaciones de los que fue objeto la periodista Vicky Dávila por parte de la Policía Nacional, cuando se estaba revelando el escándalo de la Comunidad del Anillo. Ahora que el Presidente no vaya a decir entonces que fue la Policía pero no él. La misma defensa de Uribe; que fue el DAS pero no él. Más coherencia, Santos.

Luego, el presidente Santos manifestó que en su gobierno nadie está preso por haber comprado la reelección. Presidente, si usted sabía eso, ¿por qué no lo denunció? Si usted conocía de esos comportamientos criminales del entonces presidente Uribe, ¿por qué no renunció y se alejó de una administración corrupta y criminal? Porque al no haber denunciado esas conductas ilícitas, el entonces ministro de Defensa se convierte en cómplice de los mismos delitos que ahora está denunciando. Además, ¿la repartición que hizo de cupos indicativos a congresistas de la Costa Atlántica (léase mermelada para los Mussas y los Ñoños) a diestra y siniestra con el fin de que lo apoyaran en la segunda vuelta (porque la primera la perdió) no es comprar una reelección? La verdad, el presidente Santos se aprovecha de la flaca memoria de los colombianos.

Renglón seguido, el Presidente mencionó que en su gobierno no tenía a ninguno de sus funcionarios en la cárcel por temas de corrupción. Al mandatario se le olvida que en el gobierno de Uribe él tampoco tenía funcionarios suyos en la cárcel. Los encarcelados o fugados vinieron cuando cambió el gobierno y Juan Manuel Santos colocó fiscal de bolsillo y “enmermeló” a las cortes para lograr sus objetivos. No sería extraño que cuando llegue un nuevo gobierno la justicia de turno, al servicio del nuevo presidente, comience a encarcelar a los funcionarios que han venido pasando de agache con escándalos tan graves como los de Interbolsa, Reficar, la venta de Isagén, los niños muertos por desnutrición en la Guajira, etcétera.

Por último, el presidente Santos afirma que “la familia presidencial no tiene tacha”, refiriéndose a Tutina y a sus tres hijos. Pues eso mismo le sucedió al expresidente Uribe durante su administración, hasta que los cambios implementados por el nuevo gobierno enfilaron contra el uribismo y todo lo que haga parte de él. Por supuesto, ahí aparecieron sus hijos Tomás y Jerónimo. Es obvio que ellos deberán responder ante la justicia si han llegado a cometer ilícitos o irregularidades. Pero sería muy inocente pensar que vayan a aparecer investigaciones en contra de los hijos de Santos cuando este tiene la sartén por el mango. Toca esperar a que entregue el poder a ver qué pasa con sus funcionarios y su familia.

Es mejor que el presidente Santos modere su lenguaje y matice sus impulsos, porque se está fijando en la paja en el ojo ajeno, pero no en la viga del propio. Nadie niega que el gobierno del presidente Uribe haya incurrido en serios casos de corrupción y de violencia, pero este también tiene un rabo de paja y bien grande. En este gobierno es difícil que pase un día sin que aparezca en los medios un caso de corrupción diferente en cualquier rincón del país. Que se roban la plata de las EPS en Sincelejo y Montería, que le dictan orden de captura al gobernador del Chocó, que la ministra de Educación plagia un proyecto de ley, que el túnel  de Crespo (Cartagena) ya se está inundando a los dos días de su inauguración… en fin. Santos debería estar más preocupado por gobernar y poner la casa en orden que ponerse en peleas mediáticas y verbales con Uribe. Al menos debería ser agradecido, porque sin el apoyo de ese presidente, de ese gobierno, de esos funcionarios que ahora están en la cárcel, él nunca hubiera sido Presidente.

@rollop69

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