Por estos días se discute la privatización de ETB con álgidas posiciones en contra que hablan de detrimentos al patrimonio de los Bogotanos e insinúan las ventajas de tener una empresa pública de telecomunicaciones.
Uno esperaría que el hecho de ser una empresa pública marcara diferencia frente a las “voraces” multinacionales de las telecomunicaciones más aun cuando los bogotanos son dueños y usuarios de la empresa al mismo tiempo.
La triste realidad es que las supuestas ventajas de que ETB sea pública para sus usuarios son más bien nulas: la empresa muestra la misma falta de ética que puede padecer cualquier compañía cuyo objetivo único y final es el de mostrar ganancias a como dé lugar.
El caso concreto de esta nota es que a principios de abril en un sector del sur de la ciudad se presentó un fallo en el servicio de internet ADSL (por línea fija) que ETB denominó “incidencia masiva IM1078917” que afectó el servicio a cientos o miles de personas del sector: amas de casa, estudiantes, padres de familia.
Desde el día 2 hasta el día 7 de abril los usuarios no tuvieron internet debido a un desperfecto en uno de los sistemas en una central de ETB. Estas situaciones son entendibles y muchas veces no atribuibles a la empresa como en el caso del robo de cables o los accidentes con los armarios telefónicos en espacio público.
Lo que no es aceptable es que ETB cobre por el servicio que no prestó: cada subscriptor afectado por la IM1078917 recibió puntualmente su factura que incluye cobro por los servicios de internet prestados del 1 al 30 de abril. Obviamente los afectados pueden presentar los derechos de petición necesarios para reclamar por los cobros que consideren injustos, pero ¿por qué tienen que hacerlo si la ETB sabe a conciencia que no prestó el servicio de internet por todos los 30 días cobrados?
Este caso es más común de lo que se cree: ETB jamás realiza ningún tipo de compensación por los servicios de internet no prestados, aunque sea por causas verificadas y atribuibles a la empresa. En todos los casos cobra por el mes completo sin importar el número de días que se presente el fallo.
ETB sabe que tiene todas las cartas a su favor: además que muchos usuarios afectados por estas fallas en ADSL están cautivos por la inexistencia de la portabilidad numérica de fijos (dificultando el cambio de operador) ETB sabe por estadísticas de PQR (peticiones, quejas y reclamos) que muchos de esos usuarios se resignarán a aceptar el doble daño de no recibir el servicio como se debe y de pagar por algo que no se recibió.
Estas actitudes son típicas de empresas que prefieren robarle a sus usuarios antes que afectar en lo más mínimo sus balances contables, aprovechando su posición dominante y los vacíos de las regulaciones. Ante estos abusos de la empresa distrital queda uno dudando de las supuestas ventajas que tienen los usuarios si se mantiene su carácter público.