Señor Alcalde; es de su conocimiento, el proyecto de revitalización y reestructuración del espacio público urbano, en la zona conocida como El Ejido, donde hoy se ubica el mal llamado ‘parque de Bolívar”. De este sitio se retiró temporalmente la estatua de Simón Bolívar para reubicarla cuando finalicen los trabajos urbano-paisajísticos de la ciudad de Pasto.
La historia del mundo nos confirma que los espacios públicos de las ciudades, en especial de las más importantes, que suelen conservar una larga tradición histórica, han sido ocupados, por las estatuas o símbolos de personalidades que representan plenamente al pueblo que las habita, su idiosincrasia y cultura. Que refuerzan su identidad y su sentido de pertenencia. Los héroes reales reconocidos por amar y por defender una región o una ciudad, a su pueblo, su cultura y su vida. Por razones obvias; tanto de carácter filosófico como de culto a la dignidad, su espacio público nunca ha sido usado para recordar a quienes se comportaron como enemigos de su pueblo. Según François de La Rochefoulcauld,” la gloria de los grandes hombres debe medirse siempre por los medios que utilizaron para alcanzarla.”
Solicitud
Señor alcalde, en el 2022, dentro de 6 años, un 24 de diciembre, habrán transcurrido 200 años de la planificación y ejecución del genocidio conocido en la historia de Pasto como la NAVIDAD TRAGICA. La masacre se inició un 24, 25 y 26 de diciembre de 1822, con un agravante, perverso y demoniaco, seleccionaron estratégicamente el día más importante de la religión católica, y los sitios donde podrían causar más daño psicológico a un pueblo católico, como son sus templos. La ciudad “teológica” quedo destruida y traumatizada, por el “ Atila andino, el azote tropical de Dios”.
En nombre de la comunidad indignada de Pasto, de los descendiente de los Quillacingas, los Pastos, Abades, Sindaguas, Inga y Kofan, entre otras etnias, y recordando todos los atropellos inhumanos cometidos contra nuestros antepasados y nuestra cultura, además de considerar los antecedentes históricos de la conducta y acciones alevosas de Bolívar en contra de nuestro pueblo, le solicitamos respetuosamente, que no autorice nuevamente la ubicación de la estatua del opresor, dictador y genocida Simón Bolivar, en el área del Ejido, ni en ningún espacio público de la ciudad de Pasto, ni del departamento.
Usted es de la región y representa el sentimiento patrio de este pueblo masacrado y humillado por el dictador genocida Bolívar, los ejércitos bolivarianos y sus áulicos historiadores que han deformado la realidad. Los pueblos de Pasto y de Nariño le agradecerán esta decisión, lo recordarán por siempre, y lo ubicarán entre los dirigentes inmortales, que han sabido defender la dignidad de su pueblo. Señor alcalde, usted será recordado en la historia verídica de nuestro pueblo, como el dirigente político honesto, que inició la recuperación de la dignidad y el orgullo de los pueblos pastuso y nariñense, si aprovecha la oportunidad histórica que le brinda esa reubicación.
Para finalizar quiero dirigir unas palabras al pueblo crítico, que ama a Pasto y a Nariño, para que lleguemos a un compromiso de honor, entre todos los paisanos que luchamos de verdad, por la recuperación de la dignidad pastusa y nariñense, para que estudiemos y comprendamos críticamente la historia integral de nuestro pueblo, desde los primeros habitantes que forjaron el hoy que vivimos. Es una manera de incrementar y fortalecer nuestra autoestima de seres humanos, nuestra identidad y sentido de pertenencia, seguramente iluminados por el “sol de los Pastos”, podremos comprender mejor nuestro pasado y nuestro presente. Reconocer a nuestros defensores y agresores, nuestros aciertos y nuestros errores. Así podremos buscar estrategias para lograr un desarrollo socialmente sustentable y crecer integralmente hacia el futuro, de acuerdo al espacio, el tiempo y la realidad, defendiendo nuestra existencia como habitantes de una región, nuestra cultura, calidad ambiental, calidad sensible y calidad de vida; y la herencia sagrada de nuestros pueblos originarios.
Paisanos: ustedes serán los defensores y embajadores ante el país y el mundo, de su propia raza, nuestra raza nariñense. Debemos sentirnos orgullosos de nuestros valores, tradiciones, símbolos y creencias, y de nuestra historia real. Reafirmando este orgullo y llevando a la acción diaria en defensa de nuestra región, es decir del pueblo, de sus hazañas y luchas, por su autonomía, identidad y sentido de pertenencia, estaremos desarrollado una visión holística del presente y del futuro de nuestro pueblo.
Paisanos: por los acontecimientos ocurridos en el mundo y en la Colombia de ayer, y del presente, por el aislamiento secular y el olvido histórico, en que nos ha mantenido el centralismo oficial con la filosofía centralista bolivariana, obstaculizando nuestro crecimiento y desarrollo integral. Es importante que reflexionemos sobre nuestra autonomía política, alimentaria, educativa y en la calidad de vida, para mitigar o solucionar los problemas graves que se nos presentaran a corto plazo.
De acuerdo con la constitución colombiana, me permito acogerme al artículo 23, que trata sobre el “derecho de petición.” Le agradezco sinceramente su interés por esta solicitud y propuesta, y un solidario reconocimiento a nuestra raza.