Dentro de la Hoja de Vida de Rubén Darío Lizarralde presentada por El Espectador vale la pena destacar que cuenta con un Máster en Gerencia de la Universidad de Miami, que fue Vicepresidente de FASECOLDA, Viceministro de Desarrollo Económico, Tesorero General y Secretario de Hacienda de Bogotá y que actualmente hace parte de la Junta Directiva de Corpoica y por último -y no menos importante- que desde 1994 es Gerente General de INDUPALMA S.A.
Para encontrar las motivaciones del presidente Santos para tan merecido nombramiento no hay que ir tan lejos. Concentrémonos en su último cargo, probablemente el más destacado, no en vano casi cumple 20 años a cargo de tan ejemplar modelo empresarial.
Hacia mediados de los años 90 y en gran medida por los altos costos que para INDUPALMA representaban los miles de trabajadores sindicalizados, se decide optar por Unidades Autónomas Empresariales como las Cooperativas de Trabajo Asociado y convertir a los cultivadores de palma en nuevos empresarios. Ya no serían más campesinos sindicalizados, era hora de ser grandes emprendedores propietarios de la tierra a cultivar.
En 1995 se crea la primera CTA, con 41 asociados, el año siguiente ya son 12 las Cooperativas y 463 asociados, para el año 2000 ya eran 20 y sus afiliados sumaban más de 900, los ingresos anuales aumentaron de 9 mil millones a 35 mil millones. Como si fuera poco, el ambiente de conflicto que se vivía en la empresa había terminado, fue catalogado como todo un experimento de paz. (El tiempo, El sueño de San Alberto, mayo 21 del 2000).
Pero el éxito del modelo no se agota allí, para el 2008 existían 30 Cooperativas con 1.300 afiliados, los trabajadores directos eran sólo 376. Se logran producir 250.000 toneladas de fruta de palma de aceite, que representaron más de US$75 millones en ventas. En los años siguientes se logran aumentar las plantaciones y los proyectos agroindustriales como las 25.000 hectáreas de baldíos adquiridas en el Vichada. Estas últimas sin incurrir en ninguna ilegalidad, pues diversas Sociedades de Acciones Simplificadas se encargaron de comprar las Unidades Agrícolas Familiares colindantes. Además, de los 3000 afiliados con lo que llegó a contar SINTRAPROACEITES, hoy sólo quedan 220. No hay duda, Lizarralde es el ministro que Santos necesita.
Despertando un poco de tan maravilloso sueño de INDUPALMA y atendiendo a hechos que el presidente ha querido desconocer se debe señalar que seis presidentes de SINTRAPROACEITES fueron asesinados entre abril de 1991 y febrero de 2001, cuatro de ellos mientras Lizarralde ya ejercía la Gerencia General. Pablo Antonio Padilla fue el último de ellos, fue asesinado en su residencia y en presencia de su familia, tras su asesinato se decidió disolver la Junta Directiva y manejar el sindicato de forma discreta, tres fueron los encargados, hoy sólo uno de ellos está con vida.
Pero la violencia no fue selectiva, fueron asesinados y desparecidos cerca de cien trabajadores de INDUPALMA, 400 familias fueron desplazadas forzosamente y al menos una docena se encuentra en el exilio. Peor aún la violencia antisindical no cesa, si bien los asesinatos han disminuido, se presenta más de un homicidio anual en el sector palmicultor. Actualmente son despedidos la mayoría de trabajadores que valientemente deciden afiliarse al sindicato. Aquellos que deciden promover una reparación colectiva son amenazados al igual que quienes procuran construir una memoria histórica de lo ocurrido. La mayoría de las violaciones fueron perpetradas por los grupos paramilitares que operaban –u operan con otros nombres- en la zona del Magdalena medio, como las Autodefensas Campesinas del Cesar y el Bloque Norte. Algunos desmovilizados han señalado a miembros de Indupalma de ser colaboradores activos de las AUC. ¿Quiénes fueron los principales beneficiaros de tanta brutalidad?
El cambio organizacional en INDUPALMA, eliminó progresivamente los beneficios que durante décadas de lucha y organización los trabajadores habían adquirido. Actualmente se desconoce y persigue a la organización sindical, somete a los campesinos a décadas de trabajo mal remunerado, obligándolos a vender el fruto de la palma a un precio injustamente estipulado: los condena a la pobreza. Por eso Lizarralde es el Ministro que Santos escogió.
A pesar de las sistemáticas violaciones en su contra, hoy los campesinos palmeros vuelven a luchar, acompañados de los paperos, cebolleros, lecheros, cacaoteros y demás, cansados de estar condenados a la pobreza hoy exigen algo más que dignidad.
¡Viva el Paro Agrario y Popular!
Lo olvidaba: una de las encargadas de ayudar a Lizarralde en la compra ilícita de los baldíos en Vichada, fue su ex-esposa, María Fernando Campo, ratificada como Ministra de Educación.
Reivindicar lo que somos, a contracorriente de los señalamientos, de las culpaciones… identificar a los asesinos de nuestros familiares, de nuestros vecinos, de nuestros sueños… a quienes planearon, a quienes encubrieron, a quienes ejecutaron, a quienes callaron
“… y empezó nuestro sueño”
Familias trabajadoras de la palma contamos nuestra historia. Memoria de las victimas del sur del Cesar. Fundesvic (2011).
http://asociacionminga.org/pdf/libros/cartilla%20final%20sueltas.pdf