Es un hecho que el paso del Atlético Nacional a los cuartos de final de la Copa Libertadores ha generado una cantidad de sensaciones en el país. La alegría y el orgullo por dar un paso más en el duro camino al título continental se han visto opacados por un sinnúmero de 'pseudohinchas' de otros equipos tratando de desprestigiar el logro verdolaga.
Hay que ser puntual con respecto al arbitraje del señor Argote que tuvo una pésima noche. Sin embargo, sus equivocaciones estuvieron en ambas direcciones. Es muy fácil caer en la crítica, en el desprestigio y en la mofa cuando se carece de criterio, pero vamos a enfocarnos en situaciones puntuales de ambos partidos, tanto el de ida en Argentina como el polémico partido de vuelta.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el arbitraje del chileno Patricio Polic en el partido de ida en Argentina fue localista y sus errores en parte determinaron la igualdad a ceros. Para ser más precisos sacaré a criterio del lector dos hechos que hubiesen cambiado el rumbo del partido; el primero es la permisividad que se tuvo con el habilidoso pero violento delantero Wanchope Ábila que tuvo un par de faltas graves contra Felipe Aguilar, un empujón con mala intención a Alexánder Mejía, más otra violenta atención para con Farid Díaz que le merecieron algo más que solo una amonestación. Por otra parte, el claro empujón en el área contra Sebastián Pérez que era un claro penal y hubiese podido desequilibrar el trámite de ese partido de ida. Pero nadie habla de eso y existen dos razones para ello: la primera es que la parcialidad dañina de los periodistas argentinos desorienta a los incautos detractores del equipo verdolaga y, por otro lado, no es relevante, no es importante, era el partido de ida, a Nacional siempre le regalan y nunca le quitan... En fin, cualquier cantidad de excusas para ignorar lo sucedido el 26 de Abril.
Remontémonos entonces al polémico partido de el martes pasado en el cual mucho fanático enfermo de odio hacia el club antioqueño habla de cualquier cantidad de cosas que sucedieron "a favor" del cuadro verdolaga y puntualicemos entonces la actuación arbitral. El juez pita un fuera del lugar contra Ábila, un fuera de lugar que aunque no existió, fue ajustado y ante la duda, lo más correcto es invalidar la acción. Lo relevante de esta situación es que, enfurecido, el jugador del "Globo" va contra el árbitro y le pega en el pecho. Esto es una expulsión directa, el juez central no se toca y la agresión fue perdonada por el señor Argote. Allí Huracán debió quedar con 10, pero sobre eso no se dijo nada; ni los comentaristas de la cadena Fox tanto en la trasmisión internacional que era presentada por argentinos, como en la trasmisión para Colombia que también fue narrada por argentinos nacidos en Colombia.
Hablemos del penal contra en Lobo Guerra, que sin duda es penal; sin embargo, los aireados comentaristas ya empezaban a hablar de cualquier cantidad de cosas que sin duda influyen sobre el espectador.
Hubo una jugada más que enloqueció al público argentino y a los antiveredolagas; en elminuto 52, Mancinelli recibe roja directa. La jugada es una agresión clara, tal vez debió recibir amarilla y no roja directa, pero el jugador igual se debía ir porque ya estaba amonestado y aunque fue un error de procedimiento, el resultado sería el mismo.
Otro hecho grave del que nadie habla porque no influyó en el resultado final, pero que también fue un error arbitral pero a favor del visitante, fue el claro fuera de lugar en el segundo gol de Huracán: el señor Ábila se encontraba adelantado cuando parte el centro, pero nadie habla al respecto.
En conclusión, fue una llave dura para Nacional, tanto por el rival como por todos los que haciendo fuerza para que el equipo no clasificara, se han llenado de una ira ciega y con argumentos mal fundados se dedican a generar más violencia de la que ya se vio al final del encuentro. Los jugadores de Huracán en una muestra de lo malos perdedores, se ensañan contra el juez, contra los jugadores de Nacional, contra el personal logístico y contra la policía. Por fortuna, el cuadro verdolaga guardó la compostura y con inteligencia no cayó en una provocación que finalmente les hubiese perjudicado en el partido de cuartos de final.
Esperamos severas sanciones para los agresores al final del partido y que este equipo siga dándole a Colombia de qué hablar, para bien o para mal la grandeza siempre hará que los demás se fijen, sea para imitarla o para criticarla.
@dumol21
