Desde hace años he sido insistente, en las redes sociales (mi trinchera) y mis columnas de opinión (mi fusil de propuestas) que la gestión de ofertas de posgrados para los territorios contribuyen al desarrollo económico y social de los mismos, porque se forma el talento humano para aprovechar las potencialidades y vocaciones productivas con alto valor agregado.
He tratado de influir para que políticos y servidores públicos contribuyan a materializar la propuesta de ordenanza y de proyecto de ley , que elaboré hace años proponiendo un mínimo vital obligatorio en la oferta de posgrados para todas las subregiones de Antioquia y Colombia respectivamente, donde las Instituciones de Educación Superior (IES), públicas de carácter departamental tengan presencia. Pero la verdad es que ni los congresistas y diputados de aquí y menos los de afuera, prestan atención porque las propuestas no los van a volver ricos a ellos, sino a los territorios y ciudadanos que se formen en los posgrados, y les saquen provecho aportándole a sus regiones. Necesitamos PREGRADOS y POSGRADOS, los debemos exigir como un derecho, porque las IES públicas, se financian con nuestros impuestos.
Que nos oferten Medicina, Enfermería, Ingeniería Civil, Ingeniería Urbana, Desarrollo Territorial, Filosofía, Licenciaturas en Inglés, entre otros pregrados claves para los ciudadanos y el desarrollo regional y los posgrados para formar nuestros talentos humanos con educación avanzada para explotar en el buen sentido de la palabra todas las riquezas de nuestros territorios.
Se debe hacer un intento por disminuir la brecha en la cantidad de especialistas, magísteres y doctores, que tenemos en Colombia, si nos comparamos con países desarrollados. Pero también, si comparamos a Urabá o cualquier otra subregión de Antioquia, con respecto al Valle de Aburrá, que nos lleva siglos de ventaja académica.
Solicito comedida y respetuosamente a los alcaldes de Urabá, que lean la opinión, copien los enlaces y compartan con el gobernador Luis Pérez y congresistas, para darle feliz término a las propuestas y de esta manera se conviertan en políticas públicas de educación superior; Y tengamos, por fin, pertinentes ofertas académicas en pregrados y posgrados que contribuyan a consolidar el Urabá y la Colombia que soñamos.