Por hacerle caso a su papá. A Hernando Deluque Freile, ex gobernador de la guajira y caudillo histórico del mismo movimiento político, denominado “Nueva Guajira”, en el que precisamente milita Álvaro Gustavo Rosado Aragón, cuyo nombre figura en la certificación usada para la inscripción de candidatos que fue falsificada desde el Ministerio del Interior, por orden que le diera Yair Acuña al ex empleado oficial Jhon Alexander Mosquera. Así lo expuso la fiscal delegada ante la Corte, durante aquella audiencia a la que tuve el placer de asistir y en la que se acusó a la funcionaria encargada de elaborar y firmar el documento.
Rosado Aragón, aquel copartidario de causa de su papá desde que fue elegido alcalde del Municipio de Albania, vino a remplazar a quien, en palabras del fallo del Consejo Superior de la Judicatura, sentencia que fuese confirmada por la Corte Constitucional “…en forma oportunista se auto reconoció como perteneciente a la comunidades afrodescendientes, con la coadyuvancia de la representante legal de la organización FUNECO” organización representada por Érica Marina Hurtado Zabala, que fue la funcionaria que presentó la certificación falsificada ante la Registraduria y que también fue acusada por la Fiscalía.
Que no se le olvide Doctor Deluque que en la audiencia de acusación, se dieron a conocer más de 300 pruebas de los crímenes con los que a nosotros, los negros, nos quitaron las pequeñas boronas de democracia que nos había entregado la Constitución del 91, después de 500 años de olvidos y abusos por parte de un sistema que hoy en día se precia de ser incluyente y participativo.
¿Qué pretendían? ¿Que los negros no hiciéramos nada al ver sentados en nuestras butacas legislativas a dos blancos casi “Rosados”, como lo era María del Socorro Bustamante y Moises Orozco?
Usted doctor Deluque que fue tan diligente para cumplir (sin haber esperado a que se pronunciara la segunda instancia) la tutela que ordenaba posesionar a Rosado, por qué entonces ahora que sabe de este nuevo pronunciamiento en el que se le revoca el nombramiento, ya no tiene el mismo afán obedecer lo ordenado en un fallo de carácter Constitucional. Cuando pierde su papá ya no hace caso. Y nosotros seguimos aquí parqueados, esperando que alguien escuche todas esas sentencias que ya ganamos y que le están gritando al oído, que a los negros nos tienen devolver las curules que nos robaron.
Las Altas Cortes, honorable representante Deluque, están ahí, conformadas para proteger los derechos de las minorías colombianas a las que el país tiene que aprender a respetar, así sea través de estos mecanismos jurídicos que son el único fuete que tenemos para disciplinar a funcionarios abusivos como usted, que piensan que seguimos en la colonia, subordinados y temerosos.
Obedezca representante. No ponga por encima de la Constitución el interés que pueda llegar a tener un tercero, en esa UTL que renta millones de pesos mensuales. Las fallos Constitucionales de tutela son de obligatorio cumplimiento, gestan jurisprudencia y consolidan la certeza jurídica del sistema político.
Su comportamiento, doctor Deluque, ampara ese oscuro coctel que hay detrás de los usurpadores, que al ser lacayos de Yair Acuña, hace que el inconsciente colectivo relacione las curules de las negritudes, con todos esos denuncios que vinculan a este individuo con el paramilitarismo, las Bacrim y el Cartel del Norte del Valle, es decir, con los mismos fenómenos que han llenado de sangre y dolor nuestros pueblos. Usted ya está grande, tome sus propias decisiones, deje de hacerle caso a su papá y devuélvanos a los negros nuestras curules.
Cordialmente
Marco Aurelio Becerra Pinilla
Partido Poder Ciudadano