Alejandro Ordóñez mostró otra de sus facetas: su indolencia y frialdad con los animales. Así quedó plasmado en un concepto que le envió a la Corte Constitucional en el que le pide no aceptar la demanda que busca que la ley colombiana deje de calificar a los animales como objetos sin ningún tipo de derechos. El debate es jurídico y gira en torno a un concepto que el pasado 4 de abril le envió el Procurador, en el que sienta una polémica posición frente al tratamiento jurídico que deben tener los temas relacionados con los animales. Más allá de los tecnicismos legales, lo que el Procurador expresa en este concepto es que los animales no son sujetos objeto de derechos, dado que no están en el ordenamiento jurídico y no pueden ser equiparados con los seres humanos con las consecuencias jurídicas que ello implica. “En esencia, debe partirse de que el reconocimiento de la dignidad humana es el eje central del Estado Social y Democrático de Derecho, lo cual implica que solamente de la condición de ser humano brota la obligación estatal de reconocer la personalidad jurídica por la cual se concibe a la persona como sujeto de derechos y obligaciones”. Este es el concepto de Ordóñez.