En el campo de la literatura contemporánea, se destacan con luz propia la novelas y los ensayos de Siri Hustvedt. En todas sus novelas encontramos una mezcla de personajes que son a la vez auténticos e imaginarios. La fuerza de su escritura reside justamente en eso: pone al lector frente a una realidad escondida detrás de una ficción, al tiempo que la ficción oculta esa realidad. Sus personajes son tan reales que uno pensaría que se los va a encontrar a la vuelta de la esquina; esa realidad de ficción lleva al lector a sollozar por la muerte de alguno de sus actores, o a reír dado sea el caso.
Hustvedt es una gran conocedora de la psiquis, del psicoanálisis, y de la neuro-psiquiatría , eso hace que logre crear personajes tan reales desde su parte interior y a la vez que esos personajes sean personajes novelescos, es decir que no viven en la realidad, viven en el cuerpo de la historia. Es difícil no sintonizarse con ella.
Siri Hudsvetd irrumpió en el mundo literario con Todo cuanto amé, obra maestra de la literatura, donde dibuja personajes que, por momentos, aparecen frente a nosotros y nos acompañan: Un artista que hace unas cajas llenas de figuritas nos hacen desear comprarle una, o sentir a cualquiera de los cuatro personajes como viejos conocidos; los personajes son investigados a fondo desde una óptica psicoanalítica, de la vida cotidiana, y es a la vez, agradable de leer: realidad del inconsciente que hace evidencia en esa otra realidad de la conciencia. Esto, para mí la hace más certera y mejor novelista. Siri Hustvedt con su novela ¨Todo cuanto amé¨ se consagra desde mi punto de vista como una escritora ¨mayor¨. Fue su primera novela y es de lo mejor que me he leído en varios años.
¨ Elegía para un americano ¨es la novela dedicada a su padre, quien era americano, la madre noruega, y con quién la hija mantenía una relación muy cercana. El americano es un granjero que vivía en una zona rural de los Estados Unidos. Para mí es la menos lograda, aunque sea lo que en general llamamos una buena novela, de las mismas, la más elogiada por la crítica , pero pienso que comparándola con sus otras tres no es la mejor. Está dedicada a su padre, relación algo inquietante como se lee a través de sus páginas.
Siri es una feminista de tiempo completo y en sus obras se nota su actitud anti-machista, o pro-femenina, especialmente en ¨El verano sin hombres" que desde el título nos da una idea de la trama. Es una novela corta y los personajes son sólo mujeres, pero no cualquier mujer, son mujeres en su papel preponderante, mujeres que se ejercen por completo, mujeres que no necesitan de los hombres para existir y en este caso para veranear.
En El mundo deslumbrante une a personajes de todo tipo , su personaje principal llamada Harriet Burden, una artista perteneciente a la alta sociedad de Nueva York, rechazada por la misma que no consideraba buena su obra, resuelve usar a tres personajes masculinos para que mostraran sus trabajos, y se hicieran pasar como artistas que presentaban, con sus nombres, la obra de la artista. Son hombres-máscara detrás de los cuales se esconde la verdadera artista y las obras fueron acogidas con entusiasmo por la misma sociedad que las había rechazado. Harriet Burden existió en la realidad; la novela es realmente deslumbrante. Esta novela requiere, y lo logra, a una gran escritora que no caiga en los clichés feministas, y que tenga la capacidad de narrar cuatrocientas páginas con una hilación perfecta en la que incluye cartas, telegramas, crónicas de los diarios y correspondencias secretas entre ella y los personajes -máscaras de la obra.
Sus ensayos La mujer temblorosa y Vivir, pensar, mirar muestran a la gran escritora investigando a través del sentido común, del psicoánalisis y de la neuro psiquiatría su propia vida y su visión del mundo. Son ensayos profundos y a la vez fáciles de leer.
Siri Hustvedt es una escritora mal llamada ¨la esposa de Paul Auster¨, desde mi lugar diría que Auster es el esposo de Siri. No demerito con estas palabras el trabajo de Auster, lo que hago desde mi óptica de lectora es darle un lugar propio y exclusivo a la escritora.
