Voy a tomarme la molestia de responder a la columna La secta de Petro en redes sociales, publicada el pasado 4 de abril en este mismo medio. Lo hago por un elemental sentido de justicia y por alergia a los mentirosos anónimos.
El artículo en cuestión intenta graduar a quienes hemos criticado públicamente a Peñalosa de tuiteros prepago, como dice la concejala Lucía Bastidas. Eso es desde todo punto de vista reprochable y antidemocrático. En un país como el nuestro, en donde los medios masivos están cooptados por un oligopolio, Twitter se ha convertido en un vehículo invaluable para diseminar las opiniones de quienes sin más herramientas que sus teclados, cumplen con su deber ciudadano de participar en la discusión pública.
Claro está que internet es también una cloaca, en la que cualquiera puede darle rienda suelta a su procacidad, pero esa es otra discusión. En todos los espectros políticos hay grados de fanatismo y el escritor de está columna encaja a la perfección en el molde del fanático.
La gente tiene derecho a decir lo que quiera, justamente de eso se trata la democracia, de escuchar a todas las voces, pero es un acto de mínima gallardía expresar las opiniones con el rostro descubierto. El señor Andrés Felipe Valencia no existe, es un tuiterólogo sin Twitter que ya ha escrito varias notas ciudadanas en Las 2Orillas, todas con el mismo tono de peñalosista fanático.
Releyendo los artículos del heterónimo Andrés Felipe Valencia, noté un gran parecido, en forma y en fondo, con un blog que durante al campaña defendió incansablemente a Peñalosa. Si bien no puedo afirmar con absoluta certeza que se trata de la misma persona, las coincidencias son enormes.
El blog es www.nocomacuento.com desde ahí, siempre sin firmar, el bloguero “desmintió” las supuestas calumnias en contra de su jefe Enrique Peñalosa, y me atrevo a decir que Peñalosa es su jefe, porque el verdadero escritor del blog tiene una relación extrañamente cercana con los alfiles peñalosistas.
El dominio de Nocomacuento está registrado a nombre de Diego Morales. Al revisar reverse IP del blog, resulta que se encuentra alojado en el mismo servidor de otra decena de páginas muy familiares. Una de ellas Penalosaalcalde.com, un dominio que no está funcionando pero que pertenece también al señor Diego Morales.
Otro dominio --vecino del blog de Morales-- es www.gsdplus.com. Para quienes no lo saben, esta compañía de consultoría pertenece a Óscar Edmundo Díaz, uno de los hombres más cercanos al alcalde Peñalosa desde su primera alcaldía. Parece muy claro que el señor Morales, quien es diseñador, hace las páginas web o por lo menos le ha vendido dominios a la campaña y a los amigos de Peñalosa ¿Pero es Diego morales un peñalosista fanático?
Juzguen ustedes la poca información pública de su Facebook:
Su verdadera cuenta de Twitter es @MoralesDiegoA aunque no es una cuenta muy activa, muchos de sus 209 seguidores son nombres que ustedes encontrarán familiares. Al desconocido señor Morales lo sigue lo más selecto de la fanaticada del alcalde, incluidos: Lucía Bastidas --quien se ha convertido rápidamente en la María Fernanda Cabal del peñalosismo-- Alfonso Prada --director del SENA y firme escudero del alcalde-- e incluso lo sigue el mismísimo Peñalosa, quien es bastante mesurado con sus follows; sólo sigue a 681 cuentas en su mayoría de figuras públicas y medios de comunicación.
Imágenes tomadas de Twitter
Morales sigue a poco más de 260 cuentas entre ellas la de la archiconocidísima empresa de Óscar Edmundo Díaz, GSDplus:
¡Demasiadas casualidades! El peñalosismo viene orquestando una estrategia de redes sociales en defensa de su programa, lo cual es absolutamente legítimo. Lo que no está bien es hacerlo agazapados detrás de blogs sin firma, e incluso tener el cinismo de decir que es la “Secta de Petro”, la que utiliza esas estrategias.
Ojalá quienes defienden al alcalde tengan un poco más de altura y firmen sus artículos con nombre propio. Hacerlo con nombres falsos le quita peso a sus acusaciones.
@CarlosCarrilloA