"A más tardar ese día –en exactamente 6 meses– estaremos dando un adiós definitivo a la última y más larga guerra de Colombia” Expresó Juan Manuel Santos
El 23 de marzo no solo NO se dio el último adiós “a la guerra más larga de Colombia”, sino que además el proceso de paz ingresó a cuidados intensivos, en otra de las mentiras de Juan Manuel Santos. Pero esta vez solo decepcionó al 17% de colombianos que veían posible que se pudiera lograr la tal anhelada firma.
En cuidados intensivos, en una crisis de representatividad, con una imagen desfavorable del 84%, las Farc no representan a nadie. Nadie representa el interés general de los colombianos en la mesa de La Habana.
Fue tan irresponsable como impropio poner una fecha límite al Proceso de Paz, siendo consciente de lo inviable del asunto. En búsqueda de un golpe de opinión en vísperas de las elecciones locales en todo el País, Santos mintió sin escrúpulos para aprovecharse de la esperanza de paz de los colombianos.
Cada vez más lejos el nobel de paz, y cada vez más lejos la firma del acuerdo final.
Las negociaciones de la Habana no son soberanas, la justicia y la seguridad jurídica debe ser prioridad ante cualquier negociación. El Gobierno ha permitido desaciertos en las negociaciones, en un escenario de incertidumbre y las FARC han dado indicios de la política con armas, ¿Qué nos espera a los colombianos si se firma el acuerdo en las condiciones actuales? El incidente de conejo está en la memoria de los colombianos; un acuerdo parcial de justicia lleno de lagunas e irregularidades refleja el camino hacia la impunidad.
Una justicia restaurativa y punitiva complementaria, quizás, sea el camino para impedir dicha impunidad, pero la causa determinante que está sepultando el Proceso de Paz en cuidados intensivos es la falta de decisión de gobierno para exigirle a las FARC, la entrega definitiva de armas, la entrega de dinero para reparar a las víctimas y la cesación verificable de hostilidades.
Los atentados terroristas del ELN han aumentado en los últimos meses. Varios ciudadanos denuncian que las FARC siguen operando bajo el uniforme del ELN. Esta guerrilla ataca la Costa Pacífica de forma incansable cuando históricamente han sido minoría en esta región, donde predominaba las FARC, lo cual da lugar a dos posibilidades: o se están movilizando de un grupo insurgente a otro, o se están disfrazando ambas reprochables. Los cultivos de coca en Colombia aumentaron un 42% en 2015, y sentenciaron a nuestro país a ser nuevamente el primer productor de coca en el mundo. Y el principal cartel del narcotráfico está en la mesa de negociaciones de La Habana.
El 23 de marzo, una promesa más incumplida. Mermelada, mermelada y más mermelada poco efectiva para cumplir dicho prometido del mandatario. Ojalá el Proceso de Paz pueda salir de esta crisis, replantear las condiciones del acuerdo, hablar con honestidad al país, e incluir al ELN en la mesa de negociación.