Hace ya un par de semanas, la gran mayoría de medios nacionales le han hecho eco a los rumores que la prensa deportiva española se ha encargado de esparcir. Nuestros titulares empiezan con frases tan nefastas como: “Según el diario As” o “Fuentes del diario Marca”, sin saber lo que esos dos medios, sumados a Sport o Mundo Deportivo, tienen como tarea diaria: publicar lo que sea, sea cierto o falso.
El derecho supremo del periodista le da una impunidad que nadie se atreve a cuestionar. Por lo menos en nuestro lado del mundo sus fuentes son secretas. Es por esa razón que no tienen que demostrar nada y si finalmente los traspasos de los que hablan, los problemas en el vestuario que se imaginan, o los fichajes que firman con su sangre no se cumplen, dicen campantes que Florentino se echó para atrás o que el agente del jugador X no logró mejorar el trato. Pero nunca es culpa suya, nunca son especulaciones suyas, nunca es mentira. Eso dicen.
Sin embargo, ya son muchos los jugadores y los entrenadores, no solo del Real Madrid, que han desmentido a la prensa alguna vez. Un día al diario Marca se le ocurrió decir que Bale tenía una hernia a pesar de que, antes de publicar la “noticia” hablaron con el agente del galés, quien les dijo que no era cierto, y aún así la sacaron al aire. El sitio web de la Liga BBVA dijo una vez que el yate de Arbeloa se había hundido en Ibiza y el jugador mismo lo desmintió el Twitter, contando que ni estaba en Ibiza ni tenía yate. Esos dos son apenas el principio de un largo etcétera de rumores que fueron solo rumores, de asegurar que Villa había fichado por el Madrid, que Cristiano iba al Barcelona, que Lewandowski y Suárez y Reus y etcétera y etcétera y etcétera.
Aquí lo cierto es que esos medios no saben nada, se imaginan todo y le apuntan a que tantos jugadores van a fichar por tantos clubes distintos, que eventualmente será cierto algo de eso, pero por la pura manía de dispararle a todos los pájaros -- no porque ese llamado “entorno del jugador”-- que es un ente sin nombre ni rostro ni voz ni verdad, les haya confirmado algo que resulte siendo cierto.
Aquí el quid no es, entonces, si James se va o se queda. Porque algún día habrá de irse, eso seguro, pero puede irse en el mercado de verano o a los 38 en su retiro del fútbol. Eso no lo sabe ni la prensa ni el entorno. Seguramente ni el club, ni el jugador y mucho menos nosotros.
Ahora, James no se va a quedar porque yo lo diga ni porque esta columna se haya bautizado así. Pero lo que sí es cierto y tenemos que tener siempre presente, es que tampoco se va a ir porque sea la prensa quien lo diga. Háganme caso solo en esto: nunca le crean a nadie, solo al club mismo cuando lance uno de sus aterradores tweets con las palabras: Comunicado oficial.
