En días pasados, la ministra de Educación hizo en la Emisora Atlántico unas declaraciones acerca de la gestión de la actual rectora de la Universidad Atlántico ,Rafaela Vos, en las cuales afirmó de forma categórica que la institución había encontrado el camino correcto hacia la acreditación. Veamos:
La actual rectora enfrenta su tercera "toma" en solo 5 meses de gestión. La primera, de carácter general, tardó 45 días ; la segunda, en la Facultad de Ingeniería, tardó dos semanas. Y la tercera, que completa dos semanas, mantiene sin actividad a la mitad de facultades de la Uniatlántico y a 3 vicerectorías. El origen de éstas radica en decisiones erráticas y equivocadas con sesgo político, sintetizadas en la aprobación de un presupesto recortado. Se suma a ello el nombramiento de decanos encargados en la Facultad Ingenierías-- que tardó 4 meses-- y el reciente caso de Dietética y Nutrición, en el cual el Consejo Superior, siguiendo la indicación de la rectora Vos, designó a un profesor sin el perfil indicado y que no pertenece al área disciplinar, desconociendo y dejando por fuera a un grupo de profesoras del programa con experiencia y formación, quienes fueron las que acreditaron el programa. Estos 3 hechos son los motivos de las protestas.
A esto pregunto: ¿Puede alguna universidad acreditarse institucionalmente ante semejante descuadernamiento institucional?
Después de varios meses en el rectorado y con una coalición de mayorías en el Consejo Superior, las directivas siguen desentendidas del Plan de Desarrollo, a pesar de los 6 años de su puesta en escena con todas las pifias y los eufóricos enunciados, como el caso de la internacionalización a la cual no se le da una importancia capital. El reto del Plan de alcanzar el 100% de la acreditación de todos los programas y el de la institución, tanto en el plano nacional como internacional, a 2019 es un sueño utópico. El Plan se aprobó en 2010 con un horizonte a 2019 y a la fecha de hoy solo contamos con la acreditación de 8 programas, de 36 existentes. Además, el incumplido Plan contempla que al año 2019, a solo 3 años, la UA contará con 10 doctorados propios y 28 maestrías en áreas estratégicas. A manera de guisa, hoy la institución no tiene un doctorado propio; solo 3 en convenios y cubre un tercio de la meta de maestrías. Pregunto: ¿Si una universidad no cumple con su Plan de Desarrollo, puede acreditarse institucionalmente?
El área de investigación, que por 12 años estuvo en manos de Rafaela Vos, carece del liderazgo, como de una política investigativa y de un sistema de investigación que viabilice lo sugerido en en esta meta, la cual se reduce a que en 2019 "el 80% de los grupos de investigación estén reconocidos en categoría A1 y A (40% A1 y 40% A) con alta producción intelectual en revistas indexadas nacionales e internacionales, con al menos tres centros de investigación y desarrollo tecnológico en diversas disciplinas, y con el 50% de los estudiantes articulados a los semilleros de investigacióń". Si ésta tarea se hubiese hecho, la Uniatlántico figuraría en los primeros lugares de este listado.
El cuadro que muestro enseguida, refleja cuan lejos estamos de éstas metas, y cuánto mejoro la situación de los grupos, una vez Vos dejó el cargo:
La expectación que generó la llegada de $122 mil millones, ha comenzado a diluirse. De éstos se han ejecutado $34 mil millones (11 mil 200 milones de cuentas por pagar del ejercicio fiscal de 2015 y otra suma igual, para cubrir la deuda pensional y 11 mil 600 millones en pasivos judiciales derivados de decisiones equivocadas del gobierno de Mesa). En síntesis, hoy solo tienen 78 mil millones de pesos, recursos que envidiaría otra institución, pero siguen en una situación de incertidumbre, a pesar que la Ministra Parody dice que son para calidad. Sin embargo, el abogado Hernández, actual vicerrector Financiero ni siquiera ha elaborado el plan de inversiones. ¿Quién se beneficia de que la plata se mantenga en los bancos? O será que correrán la misma suerte de los 100 mil millones que la exrectora Ana Sofía recibió entre 2013 y 2014? ¿Nos vamos a acreditar institucionalmente destinando los recursos financieros para el pago de pasivos judiciales?
¿Por qué se insiste en hacer la acreditación con quienes les ha sido esquiva durante años?. Por ejemplo Luis Carlos Gutiérrez, actual decano de la Facultad de Ciencias Básicas, con más de 12 años en ese rol, no ha logrado acreditar uno solo de sus 4 programas. No obstante, sus pocos logros' lo premiaron y lo nombraron como vicerrector de Investigaciones, manteniendolo como decano en un esquema impuesto por Ana Sofía Mesa.
Clara Vargas dirige la Decanatura de Química y Farmacia desde hace 12 años, la cual tiene un solo programa, pero duró 8 años representando las directivas en el Consejo Superior, siendo su única forma de'conquista' la lealtad a Mesa De cuervo, para sostenerla en la rectoría. Ahora que fue nombrada vicerrectora de Docencia sin desprenderse de la decanatura con los mismos, haciendo lo mismo ¿Podemos esperar resultados diferentes? ¿Qué universidad con éste modelo se puede acreditar institucionalmente?
¿No estamos, acaso, por cuenta de una "archicofradía" que concentra y se reparte el poder? ¿No es el caso patético de Dietética y Nutrición , que refleja la inocultable crisis que hay en las decanaturas, que deben de forma urgente renovarse para detener los descontentos y enrutar los programas hacia la calidad? ¿O es que acaso la acreditación, es un asunto de élites políticas y de partidos?
El problema de la acreditación en la Universidad del Atlántico radica, primero, en la desinstucionalidad que hoy enfrenta la institución y segundo en la crisis del modelo de gobierno universitario que tiene allanada a la universidad a ingerencias políticas, de la que no escapa el Consejo. A manera de ejemplo, lo ocurrido recientemente en las eleciones para representante de profesores al superior, donde la rectora Rafaela Vos llevó a el profesor Neil Torres como candidato al Superior, quien resultó perdedor. Recientemente Alberto Roa, Vicerrector de UNINORTE dijo que "uno de los peligros y desafíos que tiene la acreditación es la politización y la burocratización". Enseguida completa. "la acreditación se define como la consistencia que tiene la universidad con su Visión" .