Somos la generación de la Paz. Nos convencemos una y otra vez que heredamos una tarea inaplazable. Somos nosotros los jóvenes de esta patria los que trabajamos desde la calle, la plaza, las artes, la academia, el campo, el cabildo para materializar el sueño más noble del pueblo colombiano. La construcción de la Paz es un reclamo histórico de quienes queremos un país donde todos y todas podamos vivir bajo los principios de la vida digna y la garantía de todos nuestros derechos. Una vez más estamos ad portas de quizás uno de los más importantes hechos de la historia contemporánea de Colombia. Hoy le apostamos a la reconstrucción de un país para las mayorías, hoy nos estamos pensando una patria soberana, una patria donde pensar diferente no signifique poner en riesgo nuestras vidas. Queremos un país donde la vida triunfe sobre la muerte.
Lo últimos hechos de persecución a las organizaciones sociales de izquierda en el país que han dejado 5 compañeros asesinados en lo que va corrido del mes, nos exige declararnos con mayor vehemencia en defensa por la vida. Sabemos que la guerra es un negocio lucrativo, tiene muchos enemigos, pero también estamos plenamente convencidos que ante la indiferencia del Gobierno de Juan Manuel Santos y las inexistentes medidas para diezmar la agudización del paramilitarismo en el país, la paz no será del todo positiva.
Ante esta grave situación que adolecemos los que nos proponemos la construcción de la paz con justicia social, aquí un mensaje de los y las jóvenes de esta Colombia dolida y esperanzada: Señores aquí desde esta espesa selva amazónica, de esta llanura, de estas montañas, de estos caudalosos ríos, de esta sierra, de estas planicies, de estas comunas, barriadas, de estos resguardos, consejos comunitarios, está la generación de la paz; la juventud que será la fuerza creadora del futuro, la generación que escribirá la nueva historia de Colombia. Aquí estamos los que creemos que de nuestras voces estalla el lenguaje de la vida; aquí estamos los jóvenes que apoyamos decididamente los Diálogos de la Habana, que buscan darle fin a un conflicto de más de 50 años por la vía dialogada y negociada; aquí los jóvenes que no nos agotamos en la búsqueda de la paz por sobre cualquier amenaza.
Sabemos que el cese al fuego es esencial para inclinar la balanza decisivamente a favor de una paz duradera, pero el desmonte del paramilitarismo no da espera.
Queremos vivir para contarle la historia que estamos escribiendo a las futuras generaciones; contar que como nunca deseamos que esta sea la generación que busca concluir el sueño que nos heredó el Libertador, la construcción de una patria libre y soberana. Por ahora nos concentraremos en trabajar para seguir sembrando vida donde unos se empeñan en dejar solo muerte.