A raíz del Fenómeno del niño usted y su mal llamado grupo de 'asesores', entre los cuales incluiré a sus ministros, solo han demostrado la incapacidad en todos los ámbitos para manejar a un país tan rico como este. La verdad no puedo evitar cuestionarlo(s) cada vez que sale(n) a dar un discurso en la televisión. Mejor dicho, gaguear. Usted(es) con sus palabras trata(n) de decir una cosa, pero con sus gestos dice(n) otra(s) totalmente diferent(es).
Hacia el año 2011 recuerdo el revuelo que usted, junto con la por entonces ministra de educación, la señora Campo, crearon al intentar cambiar la ley de educación hacia un modelo privatizador, el cual generó uno de los movimientos estudiantiles más grandes que algún gobierno de éste país haya presenciado, y que en últimas tumbó tan polémico intento neoliberal promovido por su gobierno.
Recuerdo en el año 2012 cuando los campesinos pedían a gritos, y con total razón una zona de reserva para ellos, pero usted dentro del marco de su política de seguridad hizo lo que usualmente hacen los malos gobernantes ante el reclamo del pueblo: les tiro el ESMAD, no sin antes decir una frase muy célebre: "El tal paro nacional agrario no existe". Caso similar ocurrió un tiempo después con el paro cafetero; aquí la situación fue igual o más grave, ya que los cafeteros estaban dispuestos a ir hasta las últimas consecuecias en pro de ser escuchados. Usted muy hábilmente intentó manipular la información en los medios. Luego, al ver la gravedad de la situación, comenzó a enviar a sus peones de gabinete (ministros) de Agricultura, Hacienda y del Interior para intentar una salida negociada al paro, que finalmente logró al igual que con el paro campesino, con promesas vacías y pañitos de agua tibia, característicos de su gobierno; pero esto lo hizo luego de autorizar múltiples ataques por parte de su arma favorita el ESMAD para 'instaurar el orden en las vías'.
De ése período tan 'próspero' de su gobierno recuerdo incidentes como los del Quimbo, en el cual usted dejó a muchas familias de pescadores sin el sustento diario por el capricho de construir una represa. Poco o nada le importó la vida de estas personas, ya que allí nuevamente hizo precencia su caballito de guerra: el ESMAD. También recuerdo como si fuera ayer el fallo de la corte internacional de la Haya, la cual favoreció la demanda de Nicaragüa y nos dejó con sólo 12 millas de mar alrededor de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, además de los cayos que allí se encuentran. ¿Y quiénes salieron afectados con esta decisión? Las comunidades Raizales, las cuales eran encargadas de "explotar" estas aguas que por derecho les han pertenecido por generaciones, y que usted con una defensa tan endeble se las dejó quitar sin más.
También recuerdo el polémico proyecto de ley que buscaba delimitar el área de los páramos, a quién con sus 5 sentidos bien puestos se le ocurre tal cosa; aunque a usted con el afán de poner en marcha la 'Locomotora minera' se le podrían ocurrir cosas muchísimo peor, por lo menos la súper "Corte Constitucional" actuó en contra de sus intereses y los de las transnacionales al tumbar tan retorcido proyecto.
Ahora con la actual situación de los hidrocarburos ha quedado más que demostrada la incapacidad de liderazgo que posee, usted y su amigo el "doctor" Cárdenas han quedado en evidencia, su modelo extractivista se ha ido al suelo con los actuales precios del petróleo y ha quedado en manifiesto que de la bonanza petrolera (100 US$ por barril o más) no ha quedado sino el recuerdo, y junto con ese recuerdo un hueco fiscal enorme, prácticamente inocultable a los ojos de la opinión pública.
Con este hueco fiscal su súper grupo de 'asesores' lanzan medidas que buscar contrarestar los efectos colaterales de un petróleo barato, incementando impuestos, creando nuevos y gravando cada cosa que puedan, como elementos básicos de la canasta familiar. Ya de por si con la firma y supuesta entrada en vigor de los diferentes TLC's nuestra soberanía alimentaria y el sustento de varias familias campesinas que compitan de manera desigual con productos más "baratos" se ha visto seriamente comprometida, y esto se puede notar en el precio de los alimentos, situación que se agrava aún más con la creciente e incontrolable inflación que afecta a la economía colombiana. No entiendo en un país con un clima tan favorable como este, apto para sembrar prácticamente de todo, su gobierno sea feliz importando 10.000 toneladas de alimento al año, cuando acá se podrían cultivar perfectamente, creando así empleo dentro del campo.
Señor presidente usted mantiene en vilo a Colombia y al mundo con su tan enmendado proceso de paz, hermético y con muy poca participación de las víctimas. Desde mi punto de vista no llamaría a esas 'negociaciones' proceso de paz; ¿acaso las FARC son el único actor armado dentro de Colombia? Puede que hayan sido (tal vez sean) un actor determinante dentro de este conflicto armado interno, pero junto a ellos hay más grupos, y pueden surgir muchos más; entonces me parece que calificar una negociación con el rótulo de paz no es algo muy acertado de su parte.
Ahora la gota que realmente me animó a escribir (Opinar o mejor desahogar) fue la salida del ministro de minas; yo no entiendo, Señor presidente, cómo usted y sus 'asesores' hacen caso omiso a los estudios y/o declaraciones de los diferentes órganos de control con los que cuenta el país; lo hacen con el fin de controlar y prevenir que sucedan cosas de las que realmente se puedan arrepentir; más exactamente me refiero al informe de la Contraloría General de La República, la cual advertía acerca del riesgo inminente de racionamiento por el cual puede pasar Colombia dadas las condiciones actuales que atraviesa el país por el Fenómeno del Niño: usted y sus 'ministros' hasta hace poco negaban rotundamente esta posibilidad, pero entonces ¿para qué sirven los entes de control en este país si el mismo presidente en conjunto con su equipo de gobierno niegan y desacatan los informes realizados por éstos?
Ahora el hecho de que quiera dar ejemplo en redes sociales tomándose una foto con las luces apagadas y la tibia llama de una vela me hace enfurecer. Lo considero como una total falta de respeto, sobre todo al ver de fondo parte de las cortinas de 600 millones de pesos que cubren la luz de tan corrupto recinto como lo es la Casa de Nariño. Esa foto y su declaratoria de que "el 70% de los Colombianos son de clase media" son falacias que no puedo dejar pasar. Me repugnan, me enferman, sobre todo por venir de un oligarca como usted, que lo único que ha hecho durante éstos casi 6 años de 'gobierno' ha sido improvisar, y lo peor es que aún le queda tiempo para seguirlo haciendo.
Casos como el de La Comunidad del Anillo y el desfalco de Reficar demuestran que bajo su mandato este país ha alcanzado un nivel alarmante de descomposición en cada una de sus ramas (legislativa, ejecutiva y judicial). No lo niego, me da asco esta situación que se vive día tras día; pero permítame decirle algo Señor Presidente: En un país sin agua, parado y sin energía, la paz, ésa misma que usted promete, sólo será una utopía.
¿Presidente entonces, en cuál país vive usted?