Esta historia comienza como es digno de toda historia, a partir de la política pública, y su supuesta buena forma de hacer política sana, como quieren hacerle conocer al pueblo. Pero lo que nadie sabe es la triste historia que se surte detrás de esa supuesta política sana, que para el articulo aquí escrito es el tema central.
Aquí como es de conocerse hablare sobre las graves prácticas que se surten al interior del programa ciclovia, yo en calidad de anónimo juro por la verdad, que lo que cuento y revelo es totalmente cierto, lo que ocurre dentro de este supuesto “programa transparente”, para quien no conoce le contare:
El programa está compuesto en tres niveles de mando: en primer lugar y como base del programa están los guardianes, jóvenes mayores de edad con un límite de edad de 23 a 25 años quienes en la mayoría de los casos gozan de su primer trabajo y por ende no saben que se están metiendo a la boca del lobo. En segundo lugar están los gerentes jefes de ruta, jóvenes con experiencia en el programa que participan en procesos para convertirse en gerentes y apoyan la dirección y control de una ruta o gerencia, ya entraron a la boca del lobo pero aceptaron la tortura por el reconocimiento. Y finalmente está la coordinación del programa, o Deltas, personas profesionales de áreas del deporte y la recreación quienes cumplen el papel de dirección del programa, quienes controlan al lobo, todo hasta aquí es cuento viejo.
Lo realmente novedoso es cómo a través del tiempo el programa a su interior se ha ido pudriendo por las directrices emitidas por la coordinación, comenzando por el sometimiento a guardianes y jefes de ruta a cumplir con órdenes de tipo “militar”, como el orden cerrado para mantener un grupo sometido, el corte de cabello tipo militar y el hecho de emplear "Mi" como pronombre para referirse a alguien más: “Mi Gerente, Mi Delta”. Lo siguiente es el hecho de doblegar a los guardianes mediante el sometimiento de su voluntad, que de manera indirecta se surte con el siguiente ejemplo: "José tenía un inconveniente con la coordinación; José se expresó con sus demás compañeros, y José de un momento a otro fue reducido de su cargo como gamma y enviado a lo más lejos de su casa; luego José no fue renovado” y si se pregunta el porqué, cualquier excusa es válida para la coordinación y de no existir excusa, un simple silencio le da la razón a José que fue expulsado por aplicar algo de lo que todo ser humano es dueño “objeción de conciencia”. Esto es decidir sobre lo que está bien y está mal de manera abierta, hecho que le repugna a la coordinación, que les quita el sueño, que no los deja dormir en paz y que buscan acabar al precio que sea, sin importarles la calidad de guardián que José sea, así sea la persona más proactiva del mundo. Si José decide levantar la cabeza, hasta ahí llego su contrato. Lo siguiente en la lista es una estrategia militar muy antigua que funciona a base del precepto de Carta García, “ que no es más que la historia de un soldado que hizo hasta lo imposible por cumplir una misión” esta es la segunda forma en como la podrida política de la coordinación busca mantener doblegados a los guardianes: les venden la idea que tener un radio comunicador es lo máximo, sin saber que le están vendiendo el alma al diablo, pues inconscientemente están aceptando un sinfín de tareas que cada gerencia requiere para funcionar; todo bajo el precio de lucirse ante los demás y demostrar que así como el soldado que hizo hasta lo imposible por cumplir una misión, ellos hicieron lo imposible por conseguir un radio que no sirve de nada, porque se duplican las tareas, el gasto de tiempo. ¿Y el pago? Es el mismo.
La manera más ruin de someter a los guardianes, es obligarlos a cumplir con tareas que a la plena luz de la justicia son la vulneración más clara de sus derechos personales, de su derecho a la libertad de expresión y a la libertad del desarrollo de la personalidad. En cada contrato que se ha surtido en el programa de ciclovía, van impresas cláusulas que buscan obligar a los guardianes a pagar montos absurdos por medios de comunicación (Teléfonos) , así como pagar su ARL, contar con elementos de atención pre hospitalaria, entre otras absurdas obligaciones que atentan contra el mínimo honorario que recibe cada uno por la prestación de su servicio. Todas esas obligaciones son responsabilidad del contratante, pero calcule usted cuánto se ahorran, estafando a los guardianes. He visto cómo los guardianes resultan debiendo más de lo que reciben, pero ojo, son jóvenes, es su primer trabajo y si hablan los echan, entonces que haría usted señor lector en la posición de ellos? ¿No es estar entre la espada y la pared? ¿No es venderle el alma al diablo?¿ Acaso son hilarantes las palabras que yo expreso en este documento? Que hablen quienes deban hablar, los guardianes, sus familias y las personas que conocen del infierno que se vive jornada tras jornada al interior del programa, si no quieren creer lo que dice esta carta los invito a que hablen con el personal que haya pertenecido al programa y que hoy no recomiendan esta institución como una buena opción para comenzar una vida laboral. De todos los guardianes y jefes de ruta que he conocido son pocos los que tienen un afecto hacia el programa y que en verdad lo recomiendan, porque el resto salieron sin explicación del programa, con alguna excusa barata y rebuscada, con silencio por parte de los deltas o coordinación.
Finalmente usted se preguntará por qué información como esta nunca sale a relucir un domingo en la tan bella ciclovia y por qué nunca sale a relucir en los medios de comunicación: pues así como la ramera de babilonia, una fina vestimenta muy bella a los ojos reviste en su interior una mujer podrida, corrupta y tormentosa, y usted como usuario solo ve que si sale un domingo a ciclovia todo va a funcionar como un reloj, todo es perfecto y que la sonrisa, el buen saludo y la disposición de los guardianes solo está ligada al precepto de “carta García” o lo que es igual a “ sea el más proactivo para ganarse un radio”. Para su conocimiento, muchos extranjeros vienen desde muy lejos a copiar el modelo de la ciclovia bogotana y no han podido, porque? Porque son conscientes de la vulneración a los derechos de los guardianes que ocurre y que nadie denuncia y prefieren no instaurar este modelo para evitar sanciones multimillonarias que acabarían el programa, información que me brindo alguna vez un extranjero mexicano.
Ahora los invito a ser conscientes de la situación: a no permitir que en sus trabajos los obliguen a cumplir con tareas ilegales, (prestar servicio de atención pre hospitalaria con elementos vencidos, caso verdadero), a ser sometidos con una falsa idea de liderazgo (radios de comunicación) y a vivir bajo el miedo de ser expulsado por expresar su inconformidad (caso José).
Del mismo modo los invito a no ser cómplices de lo que sucede en esta institución que está a punto de cambiar porque muchos guardianes se cansaron del sometimiento y están dispuestos a perderlo todo por hacerse respetar y valer como personas. Los guardianes son estudiantes de universidades públicas y privadas con puntos de vista críticos, entonces que estarán esperando para hacerse ver, para hacerse sentir y demostrar que son personas con ideas de respeto y admiración por la justa causa?... quedándose callados solo aumentan el problema, están dejando que el enemigo gane, que se siga repitiendo la historia y que el reino de terror que se oculta detrás de la maravillosa ciclovia bogotana siga ganando peso.
Sin más ni más, escribo este documento como respuesta a la pugna de muchos guardianes quienes pidieron consolidar su profundo sentimiento de decepción mediante un escrito abierto.
Queda en sus manos la solución. Usted verá si prefiere pasar de largo frente al problema o tomar el toro por los cuernos. Solo les digo que tarde que temprano encontrarán que estas palabras tienen peso y razón. Y que Carta García solo era una ilusión que se va con el chasqueo de los dedos, y que así como viene, se va. Pero téngalo presente, lo que nunca se irá es su sentimiento de inconformismo y la satisfacción de que usted hizo algo por arreglar la situación de muchos.