El pasado fin de semana otras tres personas murieron de hambre en La Guajira, esta vez el Procurador General, la directora del ICBF y otros representantes del gobierno nacional viajaron al departamento para intentar encontrar una solución a un pueblo que muere de hambre. Se ha creado recientemente una hipótesis entre periodistas e investigadores que habla de un abandono estatal y que es un departamento que no recibe recursos económicos y que no le importa a nadie.
Sin embargo, la realidad es bastante distinta. El tema no es plata o abandono, es corrupción. La Guajira ha recibido cerca de 3 billones de pesos en regalías y hoy en día ni siquiera Riohacha cuenta con un acueducto. Los municipios y el departamento de La Guajira han recibido billones de pesos en regalías y esta plata se perdió en corrupción, es como si se hubiese botado agua por una alcantarilla. El siguiente cuadro muestra el total de regalías que recibieron los municipios y el departamento por regalías de carbón antes de la reforma a la ley.
Nótese como por ejemplo Albania para el 2009 recibió más de 70.000 millones de pesos. Y entre 2004 y 2011 recibió cerca de 300.000 millones de pesos. La primera alcaldesa de este municipio fue Oneida Pinto en 2003, para ese momento Oneida, quien hoy es gobernadora del departamento, estuvo acompañada de versiones que indicaban que su entonces esposo fue el responsable del atentado al candidato contrario Jorge Jiménez. En el hecho Jiménez murió y esto le permitió a Pinto ganar la elección con un 37 % de la votación total. En el cargo de alcalde la sucedió Yankeller Hernández Herazo, quien era conductor privado de Pinto. La actual mandataria ha gobernado este municipio a su antojo y después de una década de existencia hoy no se nota los cerca de 300.000 millones de pesos que ha recibido en regalías.
En los últimos 15 años dos casas políticasse han disputado el poder en el departamentoy han despilfarrado los recursos públicos
En los últimos 15 años dos casas políticas se han disputado el poder en el departamento y han despilfarrado los recursos públicos. De un lado la famosa casa política que se ha denominado “Nuevo Fuerza Guajira”, liderada por el exgobernador Pérez Bernier, quien gobernó en pleno dominio y expansión paramilitar y fue socio de la hoy prófuga ex alcaldesa de Uribia Cielo Redondo y del actual presidente de la Cámara de representantes Alfredo Deluque. El congresista Deluque ha sido señalado de ser el poder detrás de varias fundaciones que contratan con el ICBF. En esta coalición también se encuentra Bladimiro Cuello quien fue congresista y tenía importantes cuotas política en la primera procuraduría de Ordoñez.
Al otro lado, o en el otro bando se encuentra la casa de los Ballesteros, en la que además del anterior gobernador Chemita Ballesteros, hace parte el también el exgobernador Kiko Gómez, hoy preso por relaciones con criminales e investigado por varios homicidios. De este clan es adepta la actual gobernadora, quien dice ser wayuu, pero líderes indígenas como Javier Rojas Uriana lo niegan, de hecho dicen que un certificado wayuu se puede conseguir por 10.000 pesos en Uribia.
Estos políticos son los que han gobernado y se han robado el departamento y hoy aparecen en sendas ruedas de prensa criticando instituciones del orden nacional y posando en fotos presidenciales sobre estrategias y anuncios de la creación de Conpes para salvar La Guajira. Tuvieron que morir siete mil niños para que Colombia se diera cuenta de la tragedia y de la corrupción de los políticos guajiros. Vamos a ver si esta vez actúa la justicia.