Mayor indignación no puede dar escuchar al general Palomino, con su bigote tupido, no sé si teñido, su mirada adusta, su porte rígido, afirmando que las armas eléctricas con las que se ha dotado a la policía son de “letalidad reducida”.
Entiendo por “letal” lo que el Diccionario de la Real Academia de la lengua nos dice: “Mortal. Mortífero. Algo capaz de causar muerte y gran daño...”. Entonces, que nos explique Palomino a los ciudadanos del común lo que nos quiso decir con su afirmación clara, contundente como su bigote, eso de “letalidad reducida...
¿Las víctimas de las descargas quedan solo un poquito muertas? ¿No mueren del todo? ¿Quedan tiesas, no más? ¿Solo las electrocutan un tris? ¿Se quedan semiparapléjicas? ¿No del todo?
¿O es que si descargan la taser a una multitud
y solo mueren tres o cuatro esto es “letalidad reducida”,
porque en la manifestación había cien personas?
¿O es que si descargan la taser a una multitud y solo mueren tres o cuatro esto es “letalidad reducida”, porque en la manifestación había cien personas? ¿Y si la descarga les cae en el ojo, quedan medio tuertas, no más?
Dentro de las bestialidades que escuchamos a diario en este país donde el absurdo es el pan nuestro de cada día, y los aconteceres diarios superan cualquier ficción, esta afirmación del Comandante de la Policía Nacional, se lleva el Óscar. Con tal de justificar la entrega de estas armas a sus subalternos, muchos de ellos sin siquiera haber terminado bachillerato aunque algunos se denominen bachilleres, decide convencernos de la “reducida letalidad” de los artefactos en cuestión.
Si fuera Petro el del exabrupto, vaya y venga... Ya sabemos que le gustan los enchufes y las descargas, y, si por él fuera, todos los que pensamos diferente estaríamos electrocutados. Pero es el general Palomino. No hay discusión. Punto.
Las mujeres ni están “medio embarazadas”. Están o no están. Los alcohólicos no son medio alcohólicos. Son o no son. Y las armas son letales o no lo son. Nadie, absolutamente nadie, está medio electrocutado, ni medio muerto, ni medio agredido. ¡Dejemos de creer tantas mentiras! Las taser son un peligro mortal en manos de cualquiera, así sea Palomino o sus subalternos. ¡A otros con ese cuento! Y menos a nosotros los jóvenes…
@josiasfiesco