No ha de ser sorpresa que el eslogan definido por el Alcalde Enrique Peñalosa para su mandato sea "Bogotá, mejor para todos", pues tan solo a tres semanas de haberse posesionado, ha demostrado incontablemente que su gestión se orientará hacia la edificación de una Bogotá excluyente, y que esos 'todos' para quienes pretende que sea mejor la ciudad, deja por fuera a un amplio margen de las ciudadanías, entre ellas las mujeres.
Y es que en el mundo de la 'tecnocracia", la economía y la eficiencia parecieran ser incluso más importantes que las personas, los ciudadanos y las ciudadanas a quienes realmente debería enfocarse y dirigirse la gestión pública. Son ellos y ellas la razón de ser y de actuar de un Gobierno, no otra, y por allí comienza la exclusión. Insistentemente hemos mencionado que quien quiera ser 'gerente', debe ubicarse en una empresa y no en el gobierno de una ciudad.
En la Alcaldía de Enrique Peñalosa, bajo la imagen de excelente gerente que han ido construyendo los medios de comunicación, la 'economía y la eficiencia' son solo una cortina detrás de la que se recupera Bogotá no para todos sino para unos pocos: para los amigos del Clan Vargas Lleras dentro de quienes contamos al Clan Araujo, etc.
El Alcalde Enrique Peñalosa dijo que iba a hacer el metro, pero bajo un argumento de "economía y eficiencia", hoy sospechamos que su innovación de "metro elevado" tal vez solo sea la forma de dilatar su existencia; dijo que no iba a disminuir recursos en salud y en educación para hacer obras, y ya es un hecho que por un asunto de "economía y eficiencia", no habilitará el Hospital San Juan de Dios y descontinuará los CAMAD; dijo en campaña que no tocaría a los contratistas de las entidades, y ya en entidades como la Secretaría Distrital de Integración Social se habla de un ajuste de casi el 40%, y de la reducción de los componentes de cada servicio
Y la 'Bogotá mejor para todos', ha apelado una vez más, en esta ocasión a un asunto de "economía del lenguaje", para invisibilizar a las mujeres, y a algunos sectores sociales LGBTI, sus luchas y su movilización social en torno a los derechos. Por un asunto de 'economía del lenguaje', han venido disimulando la falta de voluntad política de continuar con los cambios promovidos y materializados en Bogotá , en donde desde los mismos Gobiernos se ha exigido algo tan sencillo pero aparentemente tan complejo: nombrar a las mujeres, dejando de asumir como natural su ausencia en el vehículo de transmisión de pensamiento por excelencia que es el lenguaje. El lenguaje es el inicio para avanzar en acciones concretas para su visibilización como mujeres y el desarrollo de políticas públicas desde las que se reconozca la igualdad de derechos y la paridad entre hombres y mujeres tal como fue la creación de la Secretaría Distrital de la Mujer ( de quien las mujeres seguramente esperarán por lo menos un pronunciamiento al respecto).
Soy hombre, pero las luchas por los derechos de las mujeres los asumo como propios. No les represento, solo me solidarizo, tal como me solidarizo y asumo como propio la lucha por el San Juan de Dios, la lucha por un metro digno para toda la población (no solo para los ricos) y en general, las luchas por los derechos. Les invito a que nos unamos en ello, esa es la verdadera vocación de las nuevas ciudadanías.
Desenmascarar al Alcalde Peñalosa de sus reales intereses es asunto ciudadano. (No esperemos mucho de los medios de comunicación). Por esto, los y las jóvenes de "Somos la Generación de la Paz", radicamos hoy el siguiente derecho de petición al Alcalde Mayor de Bogotá D.C., en el que solicitamos a la Administración Distrital dar cumplimiento a lo estipulado en el Acuerdo 381 de 2009 en lo referente a su eslogan y formatos de emisión de comunicaciones Distritales.