Hace exactamente 197 años, el 24 de diciembre de 1818, en un frío y abandonado pueblo de Austria el cura en su vetusta iglesia, intentaba animar a sus feligreses en medio de una fatídica depresión que cobijaba a la mayoría de ‘villanos’ (miembros de una villa).
En ese momento se inspiró para crear una pieza musical producto de una crisis mayor de último momento que había ocurrido en el pequeño poblado de Oberndorf, Austria. El ambiente dentro de la iglesia de San Nicolás era difícilmente de gozo en la tarde de la víspera de la Navidad.
El señor cura Joseph Mohr, de apenas 26 años de edad, había descubierto que el órgano estaba seriamente dañado. Sin importar que tanto pedaleara, apenas sí alcanzaba a sacar un leve sonido del desvencijado instrumento. Asimismo, para el tiempo en que llegara el especialista en reparar órganos, ya la Navidad habría pasado desde hace tiempo. Para el joven pastor, una Navidad sin música era impensable e inaceptable. Sin embargo, Mohr tenía un talento natural para la música. Allí fue cuando esa tarde de 24, salieron de su alma esos fantásticos acordes hoy tarareados por todo un planeta y versionados magistralmente por los mas talentosos artistas del mundo.
Su villa se vistió de fiesta, sin importar el crudo invierno ni las enormes dificultades y carencias. Los acordes de Noche de Paz, hicieron el milagro. A partir de ese momento nacieron las canciones populares conocidas como los villancicos, melodías cantadas por los villanos en Navidad.
‘Noche de Paz’ provoca tregua en Navidad
Uno de los eventos poco usuales de la historia bélica del mundo dicen que ocurrió en el frente occidental en diciembre de 1914 durante la víspera de la Navidad. Cuentan que en la noche del 24 de diciembre, el clima había cambiado abruptamente, congelando el agua y el lodo de las trincheras en donde estaban los hombres apostados.
Nuestro colaborador del portal ‘Ciudad Inteligente’, Hugo Mohr (posiblemente descendiente del padre Mohr), nos refresca esta historia: “En el lado alemán, los soldados habían empezado a encender velas. Los centinelas británicos reportaban a sus oficiales en comando que las pequeñas luces parecían estar montadas sobre postes o sobre las bayonetas. Aunque estas lámparas iluminaban claramente a las tropas alemanas haciéndolas vulnerables a los disparos, los británicos se abstuvieron de disparar.
Aún más sorprendente, los oficiales británicos veían a través de sus binoculares que algunas tropas enemigas iban cargando sobre sus cabezas árboles de navidad con velas encendidas sobre las ramas. A los pocos instantes del avistamiento, los británicos empezaron a escuchar una canción navideña cantada por unos cuantos soldados alemanes. Al poco rato, la canción estaba siendo entonada por todo el frente alemán. Las tropas británicas inmediatamente reconocieron la melodía "Noche de Paz" y empezaron a cantarla en inglés, junto con los alemanes. El cantar "Noche de Paz" neutralizó rápidamente todas las hostilidades en ambos frentes.
Había surgido una paz y una tregua no declarada. Un testigo ocular de esta tregua no oficial fue Frank Richards quien anotó en su diario militar: "Escribimos Feliz Navidad en un cartelón. El enemigo había hecho lo mismo. Pronto, dos de nuestros hombres, arrojaron el equipo y saltaron del parapeto con las manos sobre las cabezas. Dos alemanes hicieron lo mismo. Entonces, los nuestros se fueron a encontrar con ellos. Se dieron la mano, y entonces todos salimos de la trinchera al igual que los alemanes." El Sr. Richards también comenta que algunos alemanes hablaban perfectamente el inglés, y uno de ellos dijo que estaba cansado de la guerra y que iba a estar muy feliz cuando todo terminara. Su contraparte británica estaba de acuerdo con lo dicho.
Esa noche, los que habían sido soldados enemigos estaban sentados junto a una hoguera colectiva. Intercambiaron pequeños regalos de entre sus pocas pertenencias: barras de chocolate, botones, insignias y pequeñas latas de carne. Estos habían sido hombres que horas antes habían disparado a matar, ahora estaban compartiendo las festividades navideñas y mostrándose fotografías de la familia.
Pasado un tiempo, la tregua terminó tal como había empezado, de común acuerdo. El capitán C.I. Stockwell, del regimiento de la Fusilería Real Galesa, recordó cómo, después de una verdadera "Noche de Paz,"él hizo tres disparos al aire, a las 8:30 a.m. del 26 de diciembre, y enseguida entró en la trinchera. Un oficial alemán, quien había intercambiado regalos con el capitán Stockwell la noche anterior, se apareció cerca de la trinchera británica. Ambos se inclinaron, se saludaron y el oficial alemán regresó a su trinchera. Les tocaba ahora continuar cumpliendo su deber militar Momentos más tarde, el capitán Stockwell escuchó que el oficial alemán hacía dos disparos al aire, y la guerra había comenzado de nuevo”. (Hugo Mohr en linea con el creador de Noche de Paz). Pero la 'Noche de Paz' intentaría conmemorarse en la mayor parte del mundo decenas de veces, haciendo una tregua en la propia vida de cada ser humano..