El boom de la tecnología de fracking en yacimientos no convencionales, auspiciado por el mayor comprador a nivel mundial (Estados Unidos), enfrentado a la decisión de la OPEP de mantener el volumen de producción intacto para diezmar las posibilidades financieras de su competencia, ya revelaba un escenario complejo a principios de 2015.
Se preveía que la guerra entre precio y oferta iba a perjudicar a productores como Colombia, donde un alto porcentaje de las reservas presenta condiciones de extracción y desarrollo técnicamente complejas que no permiten una explotación económicamente rentable con los precios actuales del crudo. Muchos olvidan que al final del día cualquier compañía petrolera es un negocio que también necesita cubrir con el precio de venta el costo de extraer, adecuar y transportar cada barril.
Lo preocupante
De acuerdo con Bloomberg Business en su artículo "Never Mind $35, The World's Cheapest Oil Is Already Close to $20" (Olvídense de los $35, El petróleo más barato del mundo está cerca de los $20) los precios actuales dejan por fuera de carrera a más del 30% de los proyectos productivos a nivel mundial. Se sabe que países como Irak están ofreciendo sus crudos pesados a compradores asiáticos por 25 USD y en el oeste canadiense se transa por menos de 22 USD cada barril.
Algunos sectores de la industria nacional sienten estar tocando fondo y encuentran en los recortes a personal y la congelación de proyectos, motivos para prender las alarmas, presionar a favor de una política de apoyo a la industria e incentivar la formación de un frente común para promover un alza en el precio del hidrocarburo. Paradójicamente los países que mantienen abierta a tope la llave del petróleo barato, probablemente encuentren más atractivo vender tanto crudo como puedan y aprovechar su agosto antes que ayudar a levantar el precio.
Expertos como James Fielder pronostican más meses de precios bajos para los hidrocarburos, al menos mientras los costos en el fracking puedan mantener viva la puja con los grandes reservorios de oriente medio.
¿Y Colombia?
En medio de la crisis la industria celebra la inauguración de la refinería de Cartagena.
Para nuestro país la combinación entre la caída del principal commodity y la inflación puede ser muy peligrosa puesto que es crucial que otros sectores económicos, en especial los que no se transan en la bolsa de valores, se preparen para generar un relevo de la carga que soporta el sector hidrocarburos en temas tan cruciales como la inversión en infraestructura y el gasto público.
Se anuncian porcentajes de crecimiento favorables en los sectores construcción, turismo, reparación automotriz y producción de bienes con valor agregado que permitirían con algo de suerte, mantener un comportamiento apenas positivo para el 2016 en medio de la turbulencia internacional.
