Josué Alirio Barrera prometió encomendar al departamento de Casanare a la gracia de Dios. Esa fue su primera reacción luego que el boletín número 25 de la Registraduría anunciara que, con más de 80.000 votos, sería el próximo Gobernador del Casanare.
Dios y Uribe están presentes en la primera página de su programa de gobierno y por más de tres meses se encargó de llevar su mensaje de gracia divina y seguridad a los 19 municipios de su departamento.
Barrera pasó toda su vida entre caballos, como la gran mayoría de las personas en Aguazul, lugar donde nació. Pero lo suyo fue más allá: pasó la juventud criando y amasándolos, un aprendizaje que le sirvió para afrontar la vida en su nuevo escenario Yopal, a donde llegó huyéndole a la muerte. Pero nunca perdió de vista a su pueblo. En 2004 logra llegar al Concejo de Aguazul donde comienza su alianza política con el Negro Pérez, la cabeza del Clan La Casita –grupo político que por más de 20 años tomó las riendas del departamento - con quien, además, se engancharía en más de un negocio. Nueve años después es ya su mano derecha y le coordina la campaña a la Cámara de Representantes.
Por este camino llega al exresidente Uribe para lograr un escaño en las listas del Centro Democrático. Barrera muestra allí su liderazgo como coordinador de la campaña de Óscar Iván Zuluaga en Casanare, logrando derrotar a Juan Manuel Santos por más de 60.000 votos y convirtiendo al departamento en un verdadero fortín del uribismo que cosechó en estas elecciones.
Foto: Las Chivas del Llano
Barrera logró barrer con más de 80.000 votos y se convirtió en el único gobernador electo por el Centro Democrático. Allí estarán puestos los ojos del expresidente Uribe, y su organización, porque además tendrá la responsabilidad de ejecutar los 165.264 millones de pesos por cuenta de las regalías que le corresponden a este departamento. Según ha dicho, su fe en Dios y la guía del expresidente Uribe lo sacarán a él y al Casanare adelante.
