Muchos dudaban que a sus 70 años Rodolfo Hernández pudiera tener alguna opción de derrotar la maquinaria del candidato liberal Carlos Ibañez. Sin embargo, el hombre que creó en 1971 la empresa constructora HG, ayer dio la sorpresa al obtener más de 84 mil votos consiguiendo la alcaldía de Bucaramanga.
Desde hace unos meses el desparpajo de este ingeniero civil de la Universidad Nacional, empezó a llamar la atención de los medios de comunicación. Lanzó una campaña en donde ofrecía darle una cámara fotográfica o una de video, a todo aquel que le trajera una imagen o una grabación que mostrara la compra de votos.
A pesar de su edad Hernández es una bocanada de aire fresco para la política santandereana, tan golpeada en los últimos años por la influencia del coronel (R) Hugo Aguilar. Su partido político “Lógica, ética y estética”, creado entre él, su hermano y el publicista argentino Hugo Vásquez Espósito, convenció al electorado bumangués cada vez más escéptico ante caciques tradicionales como Horacio Serpa y el propio Aguilar.
Con todo el entusiasmo que genera, Hernández no está exento de polémicas. El financiar la campaña de Luis Francisco Bohórquez, actual alcalde de la ciudad, contradice los señalamientos que ha hecho sobre él. También ha sido cuestionado por ser uno de los socios de Entorno Verde, empresa a la que le fue otorgada una cuestionada licencia ambiental para convertir un terreno ubicado en la vereda de Chocoa en Girón en un relleno sanitario. Esa licencia se encuentra suspendida por un juzgado.
Sin embargo son lunares muy pequeños, casi imperceptibles en una trayectoria política que hasta el momento se ha mantenido alejada de los grandes gamonales. El mismo presidente Uribe le expresó su simpatía a la candidatura pero él muy amablemente se la rechazó ya que quería estar al margen de cualquier partido político. Creían que iba a ser un suicidio, que su idea de transformar a Bucaramanga en la nueva Barcelona iba a ser algo imposible simplemente porque nunca sería alcalde pero, después de imponerse ayer, este piedecuestano está dispuesto a demostrar lo que él cree a rajatabla: Los sueños se consiguen a punta de trabajo.
