Ocho meses duró Fernando Botero en concluir su última serie: Las Santas. Comenzó en Nueva York y terminó en su estudio de Pietrasanta en Italia. En total fueron 17 pinturas de alrededor de dos metros de alto, que le permitieron al maestro colombiano recuperar uno de los temas trascendentales para los artistas de los siglos XIII al XVI: la religión.
“Nadie ha pintado una santa en mucho tiempo, ninguno que yo conozca ha pintado santas en los últimos dos siglos; la pintura era siempre religiosa y fue perdiendo su carácter religioso, empezó más a interesarse en el retrato, el paisaje y la naturaleza muerta. Después de la Revolución Francesa ya no hubo más cuadros religiosos en Europa, aunque en América Latina sí”, afirmó el maestro colombiano.
Las Santas y más de 90 obras del artista colombiano entre esculturas, óleos de gran formato y dibujos en formato pequeño y gran magnitud, se presentarán desde el mes entrante hasta el 20 de abril de 2016, en dos de los principales museos del lejano país: el Museo Nacional de China, en Beijing, y el China Art Museum de Shangai.
“Esta es una exposición muy parecida a la que estuvo en México hace un mes. Ahora está en Seúl, en el Museo Hangaram, luego va a Suiza y después a China”, aseguró.
Se estima que siete millones de personas visiten las obras de Botero en China, teniendo en cuenta que el país asiático es el primer mercado mundial del arte y que 30.000 personas visitan a diario la plaza principal del China Art Museum de Shangai, lugar donde estarán las esculturas del artista colombiano.
El volumen de visitantes es tan amplio en China que se calculan alrededor de 35 millones de dólares solo en entradas.
Fernando Botero, uno de los artistas vivos más importantes de América, ha presentado su trabajo en más de 15 países en el mundo, incluidas las grandes exposiciones de esculturas en ciudades europeas como Bamberg, Florencia, París y Pietrasanta.