Fue en el Gimnasio Moderno en Bogotá, para la presentación de su libro El secreto de la vida a base de plantas, evento para el cual fungí como corresponsal de un diario de la región.
Draco Rosa trabaja desde los doce años, es casado con Ángela Alvarado desde hace veinticinco. Ganó su primer millón de dólares a los 27 y le dio cáncer a los cuarenta.
Se ha dicho del héroe que es oscuro en su composición. Creo que una de las explicaciones posibles es que también se levantó desde niño escuchando letras como “en el mundo en que yo vivo solo hay cuatro esquinas” y “pronto llegara el día de mi suerte”.
De ahí la reflexión: ¿Pensó o invoco demasiado a la muerte?
No sé cuántas personas se acuestan con el mismo pensamiento todos los días. El suyo es no querer dormir por miedo a no despertar.
Cuánto poder tienen las palabras. ¿De qué se habla entonces? ¿De lo que se trae por dentro, de lo que se ve, de lo que se vive o de lo que se hereda?
Robert Edward Rosa Suárez hace parte de la estadística moderna.
Tiene cáncer como ya fue expresad, y muy agresivo: dos trasplantes de médula ósea, 90 días en cuidados intensivos, una dieta estricta y un libro conforme los dictamines de la supervivencia.
¿Cómo se reparte la gracia?
¿Y qué divino y oscuro presagio es la enfermedad en los tiempos modernos?
Larga vida a ti maestro y a todos, como te despediste la última vez; no por última vez.
