Lo vi caminar, piso por piso, del edificio que en Medellín llaman Inteligente y saludar de mano y sonrisa a cada empleado, desde las labores más humildes hasta las más altas responsabilidades. Eran sus primeros días como Gerente de EPM. Había gente con lágrimas en los ojos y emoción en las palabras: “llevo más de veinte años acá y nunca había visto un Gerente en persona” fue una de las frases que me conmovió escuchar. Supe que hizo lo mismo en distintas sedes, luego fue habitual encontrarlo en el mismo ascensor que todos usaban y no en el privado que le disponían y verlo almorzar como cualquier parroquiano en algún restaurante del Parque de los Pies Descalzos. Un tipo sorprendentemente cercano, sin poses y —de verdad— preocupado por los demás. Algún sábado llegaba él tempranito en bicicleta a Santa Fe de Antioquia para acudir a un acto de Aguas de Occidente y yo, que estaba allí preparando un programa de tv, coincidí con su comitiva en el desayuno. Él acercaba una silla a la mesa y pidió que le sirvieran primero al conductor que se acababa de sentar “porque él se levanta todos los días antes que yo y merece desayunar primero” dijo.
¿Por qué me detengo en anécdotas? Porque son detalles así los que revelan la naturaleza de una persona. Por esos gestos mínimos y profundos pude comprender por qué se embarcó en hacer posibles programas que miden su éxito no solo en números de economista sino en mejorar las condiciones de vida de los demás. El corazón social de las administraciones de Sergio Fajardo y Alonso Salazar pasa por los latidos de Federico Restrepo.
Sí, hablo de Federico Restrepo; candidato a la Gobernación de Antioquia en las elecciones que están a la vuelta de la esquina. Y sé que el es hombre que el departamento necesita, no solo para continuar lo que se viene haciendo, sino para afrontar los desafíos de Antioquia en días de posconflicto. Este rincón del país es uno de los lugares que ha sido víctima más notable e intensa de esta violencia de seis décadas. Una nueva realidad con la que debemos hacer consciencia que vamos a vivir. Porque ya sobre la mesa está la tinta con que han de firmar en La Habana en espera de la pluma para sellar el acuerda
Hablo de su paso por EPM porque allí fue donde lo conocí de cerca y pude ser testigo las vidas transformadas por Antioquia Iluminada, que llevó energía eléctrica a las veredas más aisladas del departamento trayendo a los días de hoy a gentes que vivían como en el siglo diecinueve. He visto en barrios populares el efecto de la Energía Prepago, que bien podría ser una propuesta nacional. Viví las Brigadas de Atención Social basadas en la solidaridad como concepto vivo o el programa Aldeas y su construcción de casas de alta calidad y bajo costo que son valiosa ayuda en días de catástrofe y en el retorno de comunidades a lugares de las que habían sido desplazadas.
Menciono esto porque eso es lo que no te cuenta la hoja de vida que habla hoy de su liderazgo en Autopistas de la Prosperidad y el Proyecto Integral de Urabá y como director de Planeación en Medellín.
Quiero recordar la sensación de votar a favor de alguien en lugar de votar en contra de otro. Experiencia reciente. Aunque el contendor más fuerte no fuera Luis Pérez —un señor que no me gusta para nada— igual mi voto sería por Federico, básicamente, porque además de sus probadas calidades profesionales es un hombre bueno.
Me anticipo a las piedras que puedan lanzar los que disfrutan con el ladrillo en la mano y que pretenden ver intereses ocultos en estas líneas que no guardan ningún doblez. Entonces digo: sí, uno de mis hermanos hace parte del gabinete de Fajardo, yo mismo he trabajado para Fajardo cuando fue alcalde, yo también como tantos creí en la ola verde de años atrás y desperté en las espumas del desencanto posterior. Hice televisión pública de manera continua desde cuando Juan Gómez Martínez era alcalde y Ramiro Valencia Cossio era gerente de EPM hasta tres años atrás cuando sentí que debía hacer algo distinto y renuncié. Y a varios asuntos me he dedicado desde entonces entre los que está el vínculo con la apuesta por la vida que ha hecho Aníbal Gaviria. Siempre he sentido que lo que hago le da sentido el lugar en el que vivo. Dejo estas cartas sobre la mesa para señalar que esta columna no es escrita por encargo sino por convencimiento. El convencimiento de que Federico Restrepo debe ser el próximo Gobernador de Antioquia.
Desde que tuve edad para votar no he dejado de hacerlo nunca. He votado en blanco cuando nadie me ha convencido. He votado muchas veces por candidatos que han perdido. Algunas veces mi voto ha estado con quien ha ganado. Nunca he votado por quien me señalan las encuestas porque cuando deposito mi voto en la urna siempre pienso que voto por mi, es decir: voto por quien nos puede ofrecer un mejor futuro a todos.
Lo digo con nombre y apellido: Federico Restrepo le hará mucho bien a Antioquia.
@lluevelove