Todos los medios de comunicación se indignaron al enterarse del inmenso contrato que tenía la señora Natalia Springer (Natalia Lizarazo T.) con la Fiscalía General de la Nación. Natalia, excolaboradora de La FM de RCN y el periódico El Tiempo, ha recibido una serie de acusaciones, señalamientos, burlas y otros más por parte de sus colegas en los medios y los analistas que laboran allí.
Un contrato que la Springer está llevando a cabo por un monto de 4.000 millones de pesos, cifra que nos tiene a todos con la boca abierta, pero, además, de esto pues también hay dudas por el objetivo del contrato; algunos dicen que este puede desarrollarse perfectamente por los mismos funcionarios de la Fiscalía General de la Nación sin necesidad de entrar a solicitar esta labor a contratistas.
Ya estamos enterados de esta situación (hasta del verdadero nombre de Natalia salió a relucir) y por esto no deseo quedarme allí, pero sí debemos analizar otro enfoque y mirada, creo que esta es la situación ideal, la coyuntura perfecta para preguntarnos como sociedad:
¿Llegó el momento de publicar cómo ha sido la contratación del Estado con los medios de comunicación, sus periodistas y analistas?
En el pasado se han visto acusaciones a periodistas y analistas en medios que paralelo a su vida profesional, también se les ha dado por ser asesores de políticos y empresariales debido a sus contactos que tienen por el gran poder que manejan, se les acusa de recomendar canales de televisión, de ser partícipes en contratos con empresas privadas que a su vez contratan con el Estado entre otros y otros mas.
Como es costumbre en este país, algunos influyentes periodistas y analistas de los medios masivos les encanta estar en fiestas, banquetes y cócteles con empresarios y políticos (les encanta sentirse estrellas de Hollywood) muy probablemente pueden surgir varios como Natalia Springer, con un pasado lleno de multimillonarios contratos con el Estado.
No podemos generalizar, la mayoría son transparentes en su labor y creo que las nuevas generaciones del periodismo que han vivido la revolución de internet, las redes sociales y los medios electrónicos saben que hoy día muchas cosas no son tan fáciles como antes, además tienen miles de miradas detrás de estos por lo que están muy precavidos y probablemente tienen otra manera de pensar y formas de actuar, bien por ellos, los jóvenes en los medios..
Varios periodistas que hoy están rasgando vestiduras y fungiendo de indignados por el caso de la Springer, pues podrían tener rabo de paja y probablemente muchos están involucrados en lo que desde algunos años atrás se denomina “la mermelada”, la mermelada mediática que ya sabemos para que sirve.
Acordémonos que los medios son uno de los grandes poderes y que mejor que la sociedad sirva de ente de control sobre estos, sociedad que al ser más educada (no adoctrinada), menos ilusa y que más se cuestiona logra como resultado ser difícil engañar.
Nota:
En el libro "Los cínicos no sirven para este oficio", conversaciones con el periodista independiente Ryszard Kapuscinski, este portal rescata una serie de tips sobre el buen periodismo que han sido resaltados de manera de trinos entre los cuales destaco:
"Hay una cualidad importante para nuestra profesión (periodismo): no considerarla un medio para hacerse rico. Para eso ya hay otras profesiones."