A propósito de los hallazgos encontrados y publicados por la Contraloría General de la República el pasado 20 de diciembre, sobre el tristemente célebre "Túnel de Crespo" en Cartagena, y de acuerdo con el Comunicado de Prensa #217, que dice que:
El Túnel presenta fallas de difícil reparación, a tal extremo que no fue recibido, ni por la interventoría ni por la ANI. Que adicionalmente se encontraron $96 000 millones en hallazgos fiscales por obras en el Túnel de Crespo en Cartagena. Que el Concesionario demoró las obras para percibir ingresos del recaudo de peajes y así invertir menos de lo inicialmente pactado, lo que le permitió duplicoar su tasa interna de retorno.
Que el túnel presentó fisuras en la placa de supresión de los muros laterales, fracturas longitudinales y transversales en las losas de concreto, desprendimiento de agregados, grietas y fracturación múltiple. Y como si esto fuera poco, no se dio cumplimiento a las especificaciones técnicas de los concretos, ocasionando daños prematuros a lo largo de los 1.1 kilómetros de la estructura.
Con tristeza transcribo mi nota de septiembre 16 de 2015, felicito al doctor Edgardo Maya, contralor general de la República, y ojalá lleve hasta las últimas consecuencias esta investigación porque los contribuyentes estamos hastiados de ver cómo algunos funcionarios inescrupulosos dilapidan los recursos del Estado, que son de todos nosotros, los contribuyentes, por lo que los culpables deben ser sancionados.
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En Camacol, aprendí que ciertas obras, y en especial algunos puentes, suelen construirse para satisfacer la vanidad de gobernantes ineficientes y corruptos que no encuentran otra forma de brillar y terminan estrellados (recordar la célebre loma de Bazurto, también en Cartagena.
Haciendo uso del lenguaje aprendido en mi casa paterna, crecí entre ingenieros civiles, de mi trabajo con constructores y de la valiosa asesoría de expertos, expongo otro doloroso relato en la ciudad de las equivocaciones: Cartagena.
Caminando por la zona ha llamado poderosamente mi atención ver como salen chorros de agua por 97 mangueras negras de al menos 2 pulgadas de diámetro cada una, distribuidas en 21 salidas a lo largo de todo el túnel. Varios trabajadores ingenuamente me han dicho que “es para achicar el agua por las filtraciones”. Por lo que indagué con varios expertos.
Lo que aquí contaré, amerita sendas investigaciones, tanto de la Procuraduría como de la Contraloría, y remitiré esta nota a ambos para que investiguen lo que de veras ocurre.
Desde el 2010, la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar, viene haciendo reparos, primero a los diseños de la obra y más adelante a la construcción de la misma. Las tales mangueras achicando agua no son otra cosa que un equipo Well Point que ha debido instalarse al inicio de la obra, pero no al final, y más cuando se ha dicho que se entregará al servicio en un mes, expertos opinan que debe investigarse, porque si se construyó sin dicho equipo, quedaron filtraciones, por un concreto mal fundido, poroso, que debió estar mal vibrado y ahora tienen que secar el fondo para solucionarlo.
El mar ha venido subiendo por el calentamiento global, lo que ha debido preverse, ojalá que esta curación quede bien hecha, pues si la están haciendo, es porque quedó mal, aquí debe actuar una Contraloría preventiva, que cuide que los sobrecostos no los paguemos los ciudadanos sino el contratista, por lo que hay que estar atentos a cualquier “otro si” que tenga este contrato.
Entiendo que la obra tampoco tiene equipos para drenajes pluviales, por lo que el tal Consorcio debe explicar públicamente cómo va a funcionar con la movilidad y cuales serán los equipos a instalar, porque cuando llueva, si no los hay habrá al menos un metro de agua que achicar y tendrán que cerrarlo mientras lo secan. Expertos sostienen que el contratista tampoco ha brindados esta explicación.
Como decía el maestro que construyó mi casa: “el agua es delgadititica, docto” y si es salada es mala y corrosiva para el concreto. ¿Quién va a pagar por todo esto? ¿Nosotros los contribuyentes cuando paguemos más, y más, y cada vez más peajes, o la Contraloría intervendrá oportunamente para proteger el bolsillo de los ciudadanos?
Lo que no se ha dicho, es que la Concesión Vía al Mar es tan solo la constructora, pero la operación estará a cargo de otro concesionario, la empresa MHC en consorcio con la centroamericana MECO ), y aún no sabemos si van a recibir el túnel en estas condiciones, pues de ser cierto todo esto, les tocará corregir los errores y mantener el deprimido funcionando óptimamente.
La operación y mantenimiento de un túnel es mucho más costoso y engorroso que el de una una vía normal, los gastos de mantenimiento en el tiempo son demasiado elevados. Por lo que la solución ha debido ser una vía normal con mucho paisajismo y varios puentes peatonales como obras de arte que hicieran juego con el hermoso paisaje del Mar Caribe.
¿Y a la tal Anla tan severa, que ni se le ha visto el forro?
Esto solo demuestra hasta la saciedad, la inexperiencia de esta tal firma para construir a la orilla del mar, esto lo debe investigar mi admirado señor procurador… otro “bocato di cardinale”… el niño que es llorón y la mamá que lo pellizca.
Próxima semana: Sobre los espolones para defender el túnel.