Ya lo hemos expresado en varias oportunidades, Sucre es el departamento más pobre de Colombia. Nos da dolor visceral expresarlo. Nuestras expectativas quedaron frustradas al elegir al longevo y senil gobernador Julio César Guerra Tulena. Todos en Sucre sabemos que ese nombre viene de una casta política que no ha gobernado sin piedad y a mansalva, que nos ha involucrado en lo más profundo de nuestra indolente miseria, somos engendros de sus voluntades y nos seguirán mandando hasta lo más recóndito de sus generaciones. Pero días tras días nos preguntamos: ¿Quién manda realmente en Sucre? Es de voz populi, que el gobernador Julio Guerra ha perdido sus facultades mentales, entonces… ¿quién toma las decisiones? En los pasillos de la Gobernación se dice y asegura que las riendas la lleva su esposa, María Victoria Soto, quien es su fiel acompañante. También está la secretaria privada, Gina Harb Feris y, por supuesto la de Hacienda, katiuska Fernández Castillo, de las entrañas de la casa Guerra.
Pero no nos llevemos a engaños, las cifras con relación a enero del 2015 han subido de manera exorbitante; el índice de desempleo pasó del 14,4 % al 16.8 %, incluyendo como empleados a los más de 100 mil mototaxistas en el departamento y los casi 120 mil vendedores ambulante y estacionarios, sin incluir a los inmersos en las inmorales bolsas de empleos. Este último ítem, el subempleo, pasó del 55,3 % al 60.5 %. El PIB de Sucre pasó el 3,5 %, al 3.1 %, y a nivel de competitividad nacional Sucre sigue siendo de escalafón bajo-bajo; en cuanto a la percepción de corrupción, en vez de disminuir ha aumentado y así lo confirma Transparencia Internacional, la Contraloría y la Procuraduría General de la República, que nos califica en el rango de 8 a 10 sobre 100, siendo 100 el menor grado de corrupción
Los Sucreños elegimos Julio Guerra Tulena por sus cuatro décadas de vida política, donde nunca le dio la espalda a nada, fue protagonista y participaba con mucho carácter en la discusión de los problemas del departamento y del país. Razón inerme teníamos para elegirlo, estábamos cansados del nepotismo reinante, de que la mayoría de nuestra clase dirigente se encontraba en la cárcel o terminaran en ella, estábamos cansados del robo a Sucre, de sus regalías, de los dineros de la educación, la salud, cansados de la pasividad de los organismos de investigación del Estado y las propias autoridades gubernamentales que pasaban y tapaban con agrado todas las fechorías que se daban sin importarles un pepino la vida de los sucreños.
Es por ello que nuestros políticos no son los únicos responsables, son también los presidentes y ministros de los últimos 30 años, los procuradores, fiscales y contralores cómplices de la época, a ellos también los enjuiciamos y el castigo de la historia les caerá en sus aparentes e inmaculadas actuaciones.
Los casos alarmantes de corrupción en la presente administración nos dejan atónitos y quien, por mala suerte le tocase llegar al Hospital Regional, sabrá que tienen que comprar desde un pedazo de algodón, una pastilla y cualquier otro elemento que necesiten para su atención. Los ínfimos 10 kilómetros de vía en construcción entre Toluviejo y Colosó lleva año y medio de retraso y lo que iniciaron se está dañando, lo mismo sucede con los 30 y tantos kilómetros de la vía Sampues - San Benito Abad, los dineros para controlar las inundaciones en la Mojana, se la han robado años tras años; la Contraloría General de la República le abrió un proceso de responsabilidad fiscal por el presunto detrimento patrimonial en la compra de textos escolares con un sobrecosto, al parecer, de más de $800 millones. La Contraloría también le imputa a Guerra Tulena la responsabilidad en la pérdida de 2.136 textos que figuran como adquiridos pero que no llegaron a su destino, y tasa este detrimento en poco más de $103 millones y, como si fuera poco, la Procuraduría, la Fiscalía General de la Nación y la Comisión de Ética del Partido Liberal le abrieron investigación por irregularidades en la licitación y adjudicación del chance en el departamento, quien en primera instancia fue ganada a las empresas de Enlise López 'la Gata'.
Por todo lo anterior….y muchas cosas más: Julio Guerra, ya basta.
