Aunque en Colombia el drama de los, a la brava, repatriados colombianos desde Venezuela, ocupó el centro de la agenda del alto gobierno, que sin éxito lo llevó a la OEA y otros escenarios internacionales y atrajo la atención de los medios de comunicación; a nivel internacional la tragedia de los desplazados por guerras y el hambre que, hacinados en frágiles embarcaciones intentan penetrar en Italia, Grecia y otros países europeos, ocupó la atención y conmovió el duro corazón de algunos gobernantes, después de ver la foto del niño sirio arrojado por la marea en una playa turca. Tal vez recordaron que, históricamente, están involucrados en el drama fruto de ambiciones colonialistas de sus antepasados recientes, afectando a millones de sirios, irakies, libaneses, palestinos, afganos, kurdos y africanos de diversos países inventados desde finales del siglo XIX y después de la Primera Guerra Mundial, poscapitalistas y gobernantes de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia y España, cuando en mesas de negociaciones, sobre papel y compás en mano, arbitrariamente trazaron mapas para repartirse regiones abundantes en recursos naturales y el petróleo que empezaba a reemplazar al vapor como energía.
Poco les importó dividir con fronteras arbitrarias a tribus ancestrales y dejar a pueblos como los kurdos sin nación, separados por los nuevos límites de Turquía, Irán e Irak que también dividieron a otras etnias y sentaron las bases de posteriores a guerras internas y externas a lo largo del siglo XX y, con mayor razón, después de la creación del Estado de Israel, protegido por los Estados Unidos y potencias occidentales, sin tener en cuenta intereses de los palestinos que por milenios habitaban el territorio que antes de Cristo compartieron con los judíos.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, con la división geopolítica en dos grandes bloques disputándose el planeta, empezóla “Guerra fría”, con Estados Unidos y numerosos países de Europa occidental, agrupados en el bloque militar del Tratado de la Alianza del Atlántico Norte, Otan, defendiendo la economía capitalista y la Unión Soviética y países de Europa Oriental, ocupados por el Ejército Rojo, durante la Guerra Mundial, militarmente unidos en el Pacto de Varsovia.
A partir de entonces el mapa del mundo se convirtió en un juego de ajedrez para las superpotencias que se involucraron en conflictos internos de las naciones buscando imponer a gobernantes que agenciaran políticas a favor del ‘capitalismo o socialismo’.
Así , en el Medio Oriente, mientras los soviéticos apoyaron a movimientos como el de Nasser en Egipto, quien nacionalizó el canal del Suez y promovió la creación de la República Arabe Unida; los multimillonariosjudíos-norteamericanos apuntalaron económica y militarmente a Israel e iniciando la década del 50, en Irán promovieron un golpe milita derrocando al gobierno democrático que nacionalizó el petróleo,para imponer al ShaPavlevhi, quiéndurante dos décadas implantó férrea dictadura militar pro multinacionales-petroleras, estilo Somoza en Nicaragua, y que en 1979 fue derrocada por la revolución cívico-religiosa, liderada por el AyatollahJomeini, iniciando una nueva era que a la larga desembocó en el islamismo radical y años después generó movimientos como Al Qaeda, de Osama y los talibanes, los Yihaidistas, Salafistas promovidos por jeques petroleros de Arabia Saudita y además de la violenta confrontación entre musulmanes chiitas y sunitas( parecida a la que existió entre protestantes y católicos) al margen crecieron tendencias radicales desembocando en el actual Estado Islámico, que se propone trazar nuevas fronteras, con la religión radical como columna vertebral y el Corán aplicado al pie de la letra, en sustitución de la Constitución.
El ejemplo de Siria es patético sobre los efectos nefastos del colonialismo y el imperialismo económico, militar y político de las potencias disputándose el mundo: mientras el régimen de ‘dictadura democrática’ de varias ‘reelecciones’ dirigido por Saad y apoyado por Rusia, luchaba contra opositores respaldados por Estados Unidos y países europeos, en medio de la guerra se les metieron los radicales del Estado Islámico, que les dieron ‘sopa y seco’ a ambos bandos, apoderándose de extensas regiones y ciudades donde la población civil aporta la mayoría de víctimas después de los cruentos bombarderos y enfrentamientos entre los variopintos ejércitos.
Cuando desesperados civiles sirios deciden dejar sus afectos, bienes y emprenden éxodo a Europa para salvar la vida de esposas e hijos, en las potencias que siglos antes invadieron y saquearon sus territorios, inicialmente les cerraron las fronteras, como semanas antes lo hizo con los africanos el gobierno conservador de Inglaterra, aquella que hasta mediados del siglo XX aceptó la independencia de la India, tras fracasar la represión violenta y ser derrotada por el movimiento pacifista de Gandhi que hasta los años sesentas del siglo XX fue dueña de gran parte del África y del planeta. En Colombia esperamos que madure Maduro buscando pretextos para aplazar elecciones.