Es fácil ser conformista, es difícil ser disconforme, por lo tanto no puedo dar un nombre, no puedo resolver la pregunta. Esta debe ser resuelta por cada uno de los ciudadanos en el ejercicio de su libertad; y somos Libres en el sentido que tenemos derecho de participar en las elecciones de los gobernantes.
Es muy común encontrar que la gente vota por algunas de las siguientes razones: a) en contra de alguien; b) de manera deportiva, c) Sin ver opciones, solo concentrado en un candidato. d)por el cuasi ganador, e) porque un amigo está en determinada campaña. Y, el peor de todos, f) porque le compraron el voto.
No es necesario hacer un extenso análisis de los problemas que actualmente aquejan al municipio de Ibagué, basta con repasar los últimos cuatro años de este gobierno saliente para notar que no se solucionaron los problemas estructurales de la ciudad, sino que, más bien, se acrecentaron. Movilidad, agua, desempleo, microtráfico, invasión del espacio público, segregación espacial, una ciudad sin espacios públicos adecuados para que los ciudadanos disfruten su tiempo libre, abandono de la zona rural y, la que más me duele, falta de cultura ciudadana.
El municipio debe ser una sociedad cosmopolita, donde las personas sepan y se sientan ciudadanos, no excluidos sino más bien como miembros de una sociedad con plenos derechos. No podemos seguir siendo vistos como siervos, o como esclavos. Nosotros no nacemos siendo ciudadanos, se aprende a ser ciudadano y parte de serlo es ejercer de manera consiente el voto.
Hay candidatos que dicen que aquí gobernará la gente, eso es completamente falso, porque en ninguna parte del planeta los pueblos gobiernan. Más bien los ciudadanos eligen sus representantes y les encargan la gestión de la cosa pública.
En Ibagué nos acostumbramos a que unas élites ocupan la vida pública y cometen actuaciones poco éticas beneficiando de los recursos públicos a sus amigos y allegados. Lo que la gente hará este 25 de octubre es expresar su voluntad, mas no gobernar.
Es bastante irritante ver en la contienda electoral actual que a las personas se les instrumentaliza, eso no es democracia; se les usa, se juega con sus emociones, les dan regalos, vasos, cubiertos, comidas, los trastean como ganado en buses para arriba y para abajo para abarrotar reuniones y aparentar que ese candidato es el ganador. Se trata esto no de un pueblo pensante, es una masa amorfa, insisto, esto no es democracia. Pero aún estamos a tiempo para discrepar desde el punto de vista del bien común, abandonar los egos y pensar conjuntamente en una amistad cívica; esta última definición sí corresponde a lo que se considera un pueblo.
Invito el pueblo ibaguereño para que reflexionemos sobre lo justo para nuestro municipio, y la justicia debe ser un valor supremo. Un valor al que le debemos dar prioridad a la hora de pensar en el próximo alcalde de Ibagué; revisemos el pasado de los actuales candidatos, tomémonos el tiempo de escuchar sus propuestas, y pregúntenle cuál es la visión de municipio que tienen si llegan al cargo.
Aún estamos a tiempo, y como dice el profesor Antanas Mockus, hay un cronograma: “Son dos meses para pensar, un mes para decidir, un día para votar y cuatro años para Exigir”
Cultivemos la razón, démonos la oportunidad de soñar y ver alegría en el futuro próximo, insisto que piensen sobre el valor de la justicia, y recordarles que no solo conocemos la justicia por la razón, sino también por el corazón; por Ibagué, con Todo el Corazón.
