Cada fin de semana en nuestro país se realizan actividades lúdicas, jornadas deportivas organizadas por el IDRD, por la alcaldías locales, por la Dimayor, y por los políticos y entidades que buscan, a través del deporte, ganar adeptos y reconocimientos propios dentro de la sociedad. ¿Quién regula todo eso? ¿A quién se le pide permiso y se le pasa un proyecto de trabajo cuerdo y serio durante todo el año?
Empecemos por los más serios: los señores de la Dimayor, quienes son la empresa, (y cuando me refiero a empresa, es porque su trabajo cuesta, no lo hacen al “gratin” ) que tiene el mando del FPC, ojo, no es del fútbol colombiano, es solo exclusividad del fútbol profesional ¿por qué? Dejémoslo en que si no son capaces de crear un torneo con todas las de la ley, con tan solo 36 equipos, quienes juegan cada cuatro días, es casi impensable (lo es) que estos señores puedan organizar cada ocho días jornadas en el fútbol aficionado, capacitaciones para que verdaderamente los árbitros entiendan las normas o que realicen algunas conferencias de comportamiento para los técnicos y jugadores… el caso, trabajarían más y ganarían lo mismo, porque el billete esta es en el FPC, y ahora más con el billón de pesos que recibieron por los derechos de televisión.
Es un horror el torneo de fútbol que se vive actualmente, es una falta de respeto y una burla contra el deporte, es el resultado de un pésimo gobierno y de la mano floja de la empresa que rige el fútbol profesional colombiano. No hay escenarios: los que hay no cumplen las normas, los que hay no los prestan, los que quieren crear son imaginables y los que quieren jugar no saben a ciencia cierta cuando es el siguiente partido.
Lo más fácil es culpar y recriminar, pero siendo coherentes y analizando lo que pasa cada fin de semana en el territorio colombiano, de 1 a 5 ¿Cuál es la gestión de Coldeportes? ¿Por qué sigue persistiendo la ausencia de un Ministerio de Recreación y Deporte?
No es la solución completa poseer el Ministerio, pero la existencia de un Ministro de Deporte, de una entidad que realmente haga parte del seno del gobierno, puede servir para que cada año, en el presupuesto nacional, no se vea siempre afectado el tema del deporte, para que los directivos no hagan lo que les plazca y para que se tome más en serio este tema, el cual solo es usado cuando se empieza una campaña política o cuando se está a punto de terminar un mandato para que la gente aplauda, calle y sonría.
¿En qué van los juegos nacionales? Es el evento deportivo más importante que sucede en Colombia por su historia y tradición. Será, sin lugar a dudas, la muestra de trabajo de gobernantes, alcaldes, ejecutivos y del señor presidente y, a la fecha, aún hay deportes como el bolo que no tienen un escenario deportivo definido, solo hasta hace un par de día se definió el tema del transporte y comunicaciones, a la fecha no existe un portal web de dichos juegos, el cual se tenía que entregar a los 100 días antes que comenzarán las justas.
Tienen razón cuando, al finalizar el año, le reducen presupuesto al deporte, de qué podría servir que lo aumentarán si no existe gestión, únicamente para beneficiar las cuentas bancarias y los bolsillos de esos “doctores” del deporte.
Es hora, así como también es el momento para que la tarjeta profesional del periodista retorne, que no cualquier persona pueda tener acceso a decir cualquier estupidez en un medio de comunicación solo por la lógica de tener un buen capital, es el momento de limpiar la radio colombiana, que no existan esos sujetos con apellidos Marcolino, Forero, Amaya, Céspedes, y que aprendamos del verdadero periodismo deportivo de hombres como Jaramillo, Peláez, Arango, Pino… muchos que se esconden por una cortina de humo que nos siguen vendiendo los delincuentes de esto.
Busquemos ser el Ministerio número 14 del Gobierno Nacional, no es la noción de finalizar la corrupción, pero sí de prosperar la cultura deportiva colombiana.